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Los efectos de las manadas de cánidos

Los ataques de lobos se intensificaron en 2014 y causaron la muerte a 1.470 animales

Los ganaderos reciben menos dinero por indemnizaciones a pesar del incremento de las bajas, al reducir el Principado el pago por cada res

José Luis Menéndez recoge una cabra muerta por los lobos en Les Llanes, en Caso, el pasado diciembre. F. RODRÍGUEZ

Los animales domésticos muertos por los ataques de lobos se dispararon entre 2012 y 2014 en la comarca del Nalón, mientras que se mantuvieron estables en la zona del Caudal. Así lo reflejan las estadísticas aportadas por el Principado a la Comisión de Seguimiento del II Plan de Gestión del Lobo, del que se desprende que en la zona centroriental, a la que pertenece el valle del Nalón, los cánidos mataron 1.007 animales en 2014, cuando un par de años antes habían sido 685. En la comarca central, que abarca toda la cuenca minera del Caudal, en este periodo se bajó de los 473 a los 463 animales.

En general, los ataques de lobos al ganado doméstico en Asturias aumentaron un 11,2% en 2014. Ese año mataron 836 cabezas de ganado bovino, 581 de caprino, 1.654 de equino y 1.485 de ganado ovino. En total, 4.555 cabezas. En 2013, los daños ya habían crecido un 6,92%, y un 7% más en 2012. El año 2011 se había cerrado con 3.578 animales muertos por los lobos, un millar menos que en los últimos datos contabilizados.

Pese a haber más muertes de animales, los daños pagados en 2014 son inferiores que en 2013: 1.008.675 euros frente a los 1.041.377 del ejercicio anterior. Esto se produce pese a que el número de animales, de todas las razas (vacas, caballos, ovejas y cabras) sufrieron más bajas que en 2013: la administración pagó menos dinero por animal. Algo que vienen denunciando los ganaderos de la región, que también se quejan de que, en muchas ocasiones, no se aceptan como daños casos "evidentes" de ataques de los lobos. Un ejemplo, puesto por Javier Alonso (de IU de Caso, y miembro de la Comisión de Seguimiento del Plan del Lobo), fue el ocurrido en el concejo casín. "Un animal ya había sido comido por los buitres. A su alrededor todo eran huellas de lobos, pero ya no había carne para ver las mordidas, y entonces no se consideró ataque".

En el área central, el Caudal, las indemnizaciones en el último ejercicio contabilizado ascendieron a 156.195 euros, cuando en 2013 habían sido de 192.658. En la comarca centroriental, el Nalón, la cifra de 2014 fue de 147.573 euros. Un año antes había ascendido a los 196.009 euros. Por tipo de animal, en el Caudal se consideró que los lobos habían matado a 189 reses de ganado bovino, 33 cabras, 91 caballos y 150 ovejas (463 en total). Por su parte, en el Nalón, fueron 98 vacas, 147 ejemplares de ganado caprino, 20 de equino y 742 de ganado ovino (1.007 en total).

Toda la problemática del pago de indemnizaciones (se denuncian retrasos incluso de años en el cobro), así como la mayor incidencia o la información sobre los controles de población, serán tratados en una reunión que se celebrará el próximo 9 de enero en el centro de interpretación de Redes, en Campo de Caso.

Otro de los problemas puestos sobre la mesa por Javier Alonso en el órgano de control del lobo fue la "inexactitud" de los censos de población del cánido. En 2001, había en Asturias 22 manadas que, en 2014, crecieron hasta las 39 confirmadas, además de otras 7 "probables". A este último ejercicio, a la zona central le corresponden dos manadas fijas, más otras dos probables; a la centroriental, cinco manadas, y otras dos posibles. "Se habla del número de manadas, pero no del número de animales. No se hace ni una aproximación, y es un hecho que la población ha crecido mucho", expone Alonso.

En la Comisión de Seguimiento del Plan del Lobo ha propuesto cambiar la metodología para tener un número aproximado, lo más real posible, del número de lobos. "Es algo importante para luego determinar los controles de población a realizar", que en su opinión deberían ser mayores. En la zona del Nalón, en el anterior plan eran once los lobos a matar, ocho en el actual. En este periodo, en la zona central está previsto matar a cinco ejemplares. "El lobo y la ganadería tienen que coexistir", añadió Alonso Lozano, "pero con las normativas actuales, el perjudicado acaba siendo siempre el ganadero, la persona que vive de sus animales".

Los daños "es cada vez más difícil cobrarlos", ya que el cadáver "tiene que aparecer, y presentar signos evidentes de mordidas de lobos". No siempre es posible, porque "el ganado está a veces en zonas difíciles. Otras veces, simplemente los animales desaparecen". La tardanza en recibir los cobros es otro problema, "planteamos pagar a 60 días, pero no se quiere", añade. También aumentar la cuantía a sufragar, y tener en cuenta el denominado lucro cesante: el beneficio que ese animal iba a dar al ganadero en vida. "Se paga poco y mal".

La comarca central, además del valle del Caudal, incluye otros territorios, como Quirós y Teverga. En el caso de la zona centroriental, a todo el valle del Nalón hay que añadirle áreas como Ponga, Nava, Bimenes o Piloña.

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