Cinco fueron las personalidades que ayer fueron investidas en La Foz (Morcín) como cofrades de honor, durante la celebración del décimo segundo Gran Capítulo de los Amigos de los Nabos. Cinco nuevos embajadores que mostraron su orgullo por esta distinción y que prometieron divulgar la riqueza de esta hortaliza allá donde fueran. Los distinguidos fueron el mediático cocinero Chistian González; la presidenta de la sociedad de Humanitarios de San Martín en Moreda, Esperanza del Fueyo; la investigadora morciniega, Isabel Álvarez; y Victorio Duque y Tomás Guasch, en representación del programa radiofónico "El Partido de las 12".

A pesar de su importancia, el que se llevó el protagonismo del día fue el bebé de plástico que portó el periodista Tomás Guasch en todo momento. Sólo dejó el muñeco cuando subió al altar de la iglesia para el tradicional "besanabos". Un gesto con el que parodiaba lo ocurrido esta semana en el Congreso de los Diputados con la diputada de Podemos, Carolina Bescansa, que llevó a su pequeño hasta el hemiciclo. "No tenía con quién dejar a mi nieto y me lo traje conmigo", bromaba Guasch.

Más allá del bebé, la jornada se desarrolló tal y como se había planteado desde la Cofradía de Amigos de los Nabos. Los primeros invitados llegaron a partir de las nueve y media de la mañana. Fueron más de una treintena las cofradías gastronómicas que se concentraron, ayer, en La Foz llegadas en su mayoría de España, pero también de los países vecinos, principalmente Portugal y Francia. Un hecho que destacó el cofrade mayor José Sariego, al destacar que "hemos tenido muy buena acogida, como siempre, y por eso estamos muy contentos". Una vez reunidos, se inició el desfile por las principales calles del pueblo que terminó en el parque, donde se hizo la tradicional foto de familia. Fue allí donde los presentes aprovecharon para tomarse imágenes con los cofrades de honor, sobre todo con Victorio Duque y Tomás Guasch, así como con Christian González, que eran los más mediáticos. Los tres se mostraron afables y simpáticos con el público, dando cuenta de su buen carácter que les hace merecedores de la distinción como cofrades de honor de los Amigos de los Nabos.

Finalmente, llegó la ceremonia en la que los cofrades de honor serían investidos, que tuvo lugar como es tradición en la iglesia parroquial de La Foz. Primero se entregaron los premios del concurso de carteles que recibieron Purificación Montero y la niña Lucía Fernández. Después, tocó el fallo del certamen culinario "Los nabos na cocina" que organizaba la escuela de hostelería del IES Valle de Aller y la Cofradía de Amigos de los Nabos. Resultó ganador Damián Rodríguez, de la escuela de hostelería de Gijón, que había realizado una original galleta de nabos.