La cooperativa El Maeral, integrada por unos doscientos propietarios de fincas forestales, lleva meses preparando un ambicioso proyecto vinculado al aprovechamiento de la madera y la biomasa. Recientemente comenzaban con su primera tala. El resultado de la subasta eléctrica ha trastocado ligeramente sus planes, pero los responsables de la entidad aseguran que el grueso del negocio que habían puesto sobre la mesa no pasa por el sector energético, por lo que por el momento, la cooperativa seguirá adelante con su actividad.
Faustino Alonso, presidente de El Maeral, aseguraba ayer a este diario que "es evidente que el resultado de la subasta nos afecta un poco a todos, pero en nuestro caso no supone un obstáculo insalvable para seguir con la actividad". "Vamos a seguir adelante con nuestros proyectos", indicaba tajante.
La hoja de ruta de la cooperativa mierense pasa por aprovechar la madera de sus fincas forestales en sectores más allá del energético. "Nosotros transformamos la madera para aserraderos, carpinterías, ofreciéndola a ayuntamientos para la construcción de sendas, y también a constructores para el sector inmobiliario", aseguró Faustino Alonso. "Esos son nuestros mercados y hacia donde dirigimos el grueso de nuestra actividad", aseveró.
En un primer momento, El Maeral tuvo contactos con Hunosa para vender la biomasa que salía de sus fincas a la hullera, unas conversaciones que quedaron varadas. "Con Hunosa hace ya tiempo que no hay negociaciones", indicó Alonso, que insistió en el que el principal nicho de negocio de El Maeral no se encuentra en el aprovechamiento del material para la biomasa.
