En segundo y tercer lugar resultaron ganadores Álvaro Bouzas y Cristina Rodríguez, respectivamente. Ambos son alumnos de la escuela de hostelería allerana y habían presentado unos bastones de nabo con manta de merluza, en el caso de Bouzas; y un falso canelón de nabo relleno de cordero que elaboró Rodríguez. Los tres premiados se mostraron muy agradecidos por este galardón con el que la cofradía esperaba animarles para que el nabo nunca faltase en sus recetas.

Y llegó el momento de los cofrades de honor. La investigadora morciniega Isabel Álvarez aseguró que esta distinción "es un orgullo, recibir un premio te da mucha alegría, pero más cuando es del pueblo que naciste". La joven se comprometió a "llevar los nabos por donde vaya y como ahora vivo en Dinamarca, exportaré allí la cultura del nabo". Una defensa de esta hortaliza que también hizo suya el cocinero Christian González, quien aseguró que esta fiesta "es un claro reflejo de la defensa de los productos asturianos". González afirmó que, en el caso del pote de nabos, "es un plato riquísimo que tiene que conocerse fuera de Asturias".

Llena de orgullo estaba Esperanza del Fueyo. La sociedad que representa guarda una estrecha relación con La Foz, ya que ambos cuentan con el premio Príncipe de Asturias -ahora Princesa- al Pueblo Ejemplar. "Me supone un gran respeto, sobre todo por la tradición, con La Foz tenemos en común también las casadiellas, que mantenemos dentro de nuestra gastronomía". La distinción para los Humanitarios era doble. Además de ser cofrades de honor, también recibirían dos euros de cada menú servido durante la comida de confraternización. Por su parte, Victorio Duque destacó que "es el honor más grande que recibimos como personas y periodistas". Su compañero de fatigas, Tomás Guasch, apuntó que "nuestros méritos se han visto maravillosamente reconocidos, gracias al nabo y a España".

Antes de ser investidos como cofrades de honor, los cinco tuvieron que hacer un juramento en el que reconocían que "nosotros también seremos comenabos" y "hoy vamos a comer nabos a asgaya". Más tarde, subieron uno a uno al altar para escuchar el "besa el nabu", tras que el bajaba un gigantesco nabo para que los cofrades de honor pudieran besarlo como muestra de su apoyo a esta hortaliza. Además de los cofrades de honor, los Amigos de los Nabos también recibieron ayer a un nuevo miembro de número, Juan Mariano Vázquez. Cuando acabó la celebración, la comitiva se trasladó al polideportivo, donde participaron en una comida de confraternidad.

Las celebraciones no terminan en La Foz, que hoy celebrará el día de San Antón con la organización del séptimo concurso mundial de casadielles. La jornada comenzará a las diez de la mañana con un pasacalles al que seguirá la recepción de las casadielles participantes. A las doce del mediodía será la procesión de San Antón y, una vez terminada, se oficiará una misa en la parroquia de La Foz. Más tarde será la subasta del ramu y la entrega de premios de las casadielles. Los actos terminarán con una degustación de pote de nabos.