La tan manida afirmación de que el futuro del carbón es negro no se explique si nos atenemos a los datos de generación eléctrica en España. Y es que durante el recientemente finalizado 2015, el mineral supuso la segunda fuente de generación eléctrica en el país. Hasta un 20,3% de la energía fue producida con carbón, solamente por debajo de la energía nuclear, que estuvo en un 21,7% de la generación. Sin embargo, la que más complicada tiene su supervivencia es la minería nacional, ya que pese a que la generación con carbón, tal y como se observa en el informe de Red Eléctrica de España (REE), creció respecto a 2014, lo cierto es que la mayoría de esa energía se produce con mineral importado.
En 2015, los datos de producción nacional y los de importaciones de carbón del extranjero han sido similares a los de 2014. En el primero de los casos, han sido poco más de 3 millones de toneladas de carbón las que se han extraído de las cuencas mineras españolas. La cifra se ha quintuplicado en el caso de las importaciones, que han superado los 16 millones de toneladas durante el recién cerrado ejercicio.
Uno de los grandes lastres del carbón nacional está siendo la falta de regulación de un nuevo sistema de primas que invite a las empresas eléctricas a utilizar el mineral nacional en vez de el importado, de menor precio. Hasta el 31 de diciembre de 2014 estuvo vigente el real decreto de restricciones por garantía de suministro que puso en marcha José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, y que subvencionaba el consumo de mineral nacional. Sin embargo, el Gobierno del PP, pese a sus múltiples compromisos y al pacto establecido en el Plan del Carbón 2013-2018, aún no ha articulado el nuevo mecanismo de incentivos. El dibujo está hecho, incluso su desarrollo. El Gobierno pagará las obras de adecuación de las centrales térmicas que se acojan a este plan para que se adapten a la normativa de emisiones europea, siempre y cuando consuman el mineral español. Pese a tener ya la norma desarrollada, el Gobierno aún no la ha aprobado, por lo que el pasado 2015, las empresas nacionales de carbón tuvieron que negociar sin ningún as bajo la manga con las eléctricas.
Generación
El informe de Red Eléctrica de España sobre la generación eléctrica en 2015 también viene a corroborar la necesidad de mantener las centrales de carbón para garantizar la seguridad energética del país. En 2015, la drástica caída en la generación con las renovables, caso de la hidráulica -con casi un 50% menos de presencia en el mix- o la eólica -con una reducción del 5%-, ha sido asumida tanto por el carbón como por los ciclos combinados. La generación con mineral creció respecto a 2014 en un 23,8%, mientras que las centrales de ciclo combinado aumentaron su presencia en un 18,2%.
