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Los "deberes urgentes" para el oso

Una guía plantea cómo mejorar la convivencia con los plantígrados en territorios en los que están en expansión, como Aller y Lena

Un oso pardo cantábrico, en los montes de Larón. MIKI LÓPEZ

El oso pasa cada vez más tiempo en los montes de Aller y Lena, zona de tránsito para los plantígrados hasta ahora y de próximo asentamiento en un futuro muy cercano. La Fundación Oso Pardo (FOP) considera que estos concejos tienen "deberes urgentes" que hacer para preparar la inminente convivencia con los plantígrados. Es por eso que la organización ha editado una guía con una serie de recomendaciones. Hacen hincapié en el peligro de generar osos "habituados", ejemplares sin miedo a los humanos que pueden llegar a los pueblos.

Los osos habituados, también denominados "osos problemáticos", son el primer síntoma de que algo no va bien en la convivencia con los animales. El responsable de proyectos LIFE en la Fundación, Fernando Ballesteros, explicó que "estos ejemplares pueden hacer acto de presencia de día en una zona con actividad humana y tolerar la presencia de personas a distancias cortas". Estos comportamientos, señaló, "pueden alimentar alarmas sociales y terminar siendo una fuente de conflicto no deseada".

En Asturias ya se han registrado algunos casos de plantígrados habituados, aunque no hasta un punto problemático. Según Ballesteros, "en el Occidente han ocurrido varios episodios protagonizados por ejemplares jóvenes que se han acercado a pueblos buscando cerezas, higos y manzanas". Esos osos, destacó el experto, "reaccionaron muy poco a la presencia de personas".

Frenar este fenómeno en Aller y Lena, municipios en los que no deja de crecer la presencia de plantígrados, es posible. Ballesteros aseguró que "actuar con rapidez es esencial para prevenir conflictos". Dejó claro que muchos países tienen en vigor protocolos con medidas de prevención y pautas de intervención para disuadir a los ejemplares. El borrador del protocolo a aplicar lleva cuatro años sometido a un arduo debate, una situación que Ballesteros considera "inaceptable". "Existen protocolos ya aprobados y experiencias muy contrastadas que se podrían aplicar aquí sin problemas", afirmó. Pone como ejemplos algunos países de Estados Unidos con grandes poblaciones de plantígrados, donde "la convivencia entre osos y humanos es impecable".

En estos protocolos estarían involucrados vecinos, ganaderos y cazadores. Para el sector cinegético, la Fundación Oso Pardo cuenta con una guía específica en la que desarrolla puntos tan prácticos como las pautas a seguir si un miembro de la cacería es sorprendido por un animal salvaje. Con el ámbito social ya cubierto, los esfuerzos de la Fundación Oso Pardo se centrarán en las administraciones.

"Pagos justos y a tiempo cuando el oso produzca daños en ganaderías domésticas o colmenares". Así de sencilla es la reclamación de la entidad conservacionista para el Principado de Asturias. Fernando Ballesteros afirmó que "los afectados tienen que ser indemnizados con rapidez para evitar enfrentamientos". En este punto, destacó que el oso como especie aún es percibido "en general de una forma muy positiva, pero las primeras alarmas podrían saltar pronto".

La Fundación Oso Pardo también reclama a las administraciones "un esfuerzo" para regular el turismo ligado al avistamiento de ejemplares. "El año pasado hemos sido testigos, en demasiadas ocasiones, de comportamientos imprudentes", reconoció Ballesteros. Estas situaciones a evitar incluyen acercamientos excesivos que provocan la huida de ejemplares o la ya alertada habituación de los osos. Es por eso que exigen un plan de gestión del ecoturismo "serio y eficaz" para poner en marcha en Asturias. Los responsables de la entidad entregarán estos "deberes urgentes" a los alcaldes de los municipios de Aller y Lena en un encuentro que mantendrán antes de la primavera.

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