Imagínese que abre las páginas de anuncios del periódico. Va a la sección de ofertas de empleo. Y lee: "Se busca minero con experiencia". El declive actual de la minería podría invitar a pensar que ese reclamo es poco más que una quimera. Pero no. En Palencia es precisamente lo que buscan, mineros con experiencia. Allí, en la comarca de Guardo, un mierense de nacimiento como José Luis Fernández, lidera junto a otros dos socios un proyecto para reabrir una mina de carbón. Apenas requieren de un permiso para que sea una realidad. Y quiere incorporar a trabajadores con años de mina. En apenas unos días ha recibido casi un centenar de currículum, y más de una veintena de personas se han acercado a las oficinas de la empresa. Algunos desde Asturias.
Carbones Alto Carrión, que así se llama la nueva empresa, nació el pasado julio. La génesis llegó con la quiebra de Carbones de San Isidro y María, en el año 2013. Entonces, un antiguo trabajador, José Luis Fernández, decidió que quería hacerse con la explotación. "Empecé a trabajar en ella en 1978, con 15 años, y sabía perfectamente que esa mina es viable", afirma el promotor mierense. Se puso en contacto con los administradores concursales y siguió todos los pasos para hacerse con la explotación. Por el camino se encontró con dos socios, José María Rojo y Felipa Martínez, que se subieron a un barco que está a punto de zarpar. El 3 de julio pasado, el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón les adjudicaba, por 110.000 euros, la propiedad de la mina. Pocos días más tarde, nacía Carbones Alto Carrión S. L. "A partir de ahí, ha sido todo un devenir de problemas, pero los hemos superado y estamos a punto de llegar a la meta", afirma José Luis Fernández.
Los empresarios comenzaron ya en agosto con los trámites administrativos. La antigua explotación carecía de licencia de ocupación y de estudio de impacto ambiental, por lo que los nuevos gestores tuvieron que realizar todo el papeleo. "A día de hoy tenemos ambas licencias", explica Fernández. En el departamento administrativo, aún queda pendiente que la Dirección General de Minas de León conceda el cambio de titularidad y el permiso de explotación. "Todavía esta semana he hablado con ellos y me han dicho que estaban en ello, que no tardarían mucho, pero mientras tanto, no podemos comenzar con la producción", explica José Luis Fernández.
Sin embargo, el trabajo administrativo no ha sido el único que se ha tenido que poner en marcha para adecentar la antigua mina de Carbones San Isidro y María. "El pasado año, en Palencia, hubo unas nevadas enormes, con más de dos metros de nieve que se acumularon", explica el empresario. Esta situación provocó grandes daños en la explotación: "Se hundió todo". Por ello, José Luis Fernández y sus trabajadores comenzaron a construir los cuartos de aseo y lámparas, el espacio para las máquinas, las duchas... También se han empeñado en mejorar el descargue, sustituyendo las antiguas tolvas de hierro por un basculador automático. La plaza del pozo también presenta un renovado aspecto. "Ahora ya parece una mina y no lo que nos encontramos", afirma Fernández.
Queda por buscar los mineros. "En Guardo desapareció la minería y ésta es la única en activo, y es muy difícil encontrar gente", asegura el empresario. "Ahora mismo tenemos 8 trabajadores, que estuvieron conmigo cuando yo trabajaba", asegura. "Les había prometido que si me hacía con la explotación, vendrían conmigo, y cumplí mi palabra", relata Fernández, que ya lleva 3 meses con esta plantilla.
Sin embargo, cuando empiecen a sacar carbón, será necesario duplicar el personal y más adelante llegar a los treinta empleos. Para ello, está buscando mineros con experiencia. Desde que realizará el anuncio en una radio, ha tenido un aluvión de candidatos. "En dos días vinieron unas 20 personas y tengo casi 100 currículum en la oficina", afirma, orgulloso, José Luis Fernández. Algunos de esos candidatos han llegado desde León, pero también desde el Principado, concretamente desde el Nalón y desde el Suroccidente. "Soy asturiano, nacido en Santullano, y tengo mi familia en Figaredo, Turón y Ablaña, y siempre he pensado que los mejores mineros han llegado de Asturias", confiesa. De un asturiano aprendió lo que sabe de la mina. Ahora, Fernández y sus socios quieren devolver a Palencia al mapa minero.
