Los sindicatos aseguraban el miércoles que la decisión de la UE de no autorizar las primas para incentivar el consumo de carbón nacional supondría una hecatombe para el sector, dejando en el aire unos 2.000 empleos por el cierre de la minería privada. Asturias asumiría casi la mitad de esas mermas laborales, ya que las empresas privadas emplean, entre plantilla y subcontratas, a unos 800 mineros en el Principado.

Según los datos recogidos por este diario, ese empleo estaría dividido en tres empresas Uminsa, Asturleonesa y Carbonar. La primera de ellas, propiedad de Victorino Alonso, emplea a unos 250 trabajadores (120 plantilla y 130 subcontratas) entre las dos minas que explota: Pilotuerto y Cerredo. La Asturleonesa, propiedad del empresario Rodolfo Cachero y que opera en la concesión de la antigua Coto Minero Cantábrico, maneja una plantilla de unas 400 personas -300 plantilla y 100 de las contratas-. Por último, en Carbonar, en Cangas del Narcea, trabajan en torno a 120 mineros (80 de plantilla y 30 más de las subcontratas).

También Castilla y León y Aragón se verían fuertemente afectados. La provincia de León perdería a la Hullera Vasco Leonesa, que dejaría en el paro a unos 700 mineros (400 plantilla y 300 de contratas), mientras que la aragonesa Samca perdería, según las estimaciones unos 300 trabajadores.

A la minería privada habría que sumar los trabajadores de Hunosa, que empleaba en septiembre del año pasado, en números redondos a 1.850 personas.