El Montepío de la Minería Asturiana cuenta en 2016 con 5.000 mutualistas menos que hace una década. En números redondos, si en el año 2006 se rozaban los 16.000, ahora apenas quedan 11.300. Los motivos son varios, pero fundamentalmente, la progresiva desaparición de la minería y el envejecimiento de la población. Para frenar esa hemorragia, la entidad presidida por Juan José González Pulgar ha puesto en marcha una campaña de afiliación gracias a la cual los familiares de mineros hasta segundo grado podrán formar parte del Montepío. Además, también se han puesto en marcha planes sociales para tratar de atraer a los más jóvenes, logrando así no solo una mayor afiliación, sino también un relevo generacional en el mutualismo minero asturiano.
Hace una década, el Montepío contaba en sus filas con un total de 15.907 mutualistas, una cifra que permitía sostener las bases económicas de la mutualidad, y con la que, a día de hoy, se podría construir una entidad mucho más sólida y socialmente más ambiciosa que es, con los recursos que hoy tiene, el objetivo de sus gestores. Sin embargo, año a año han ido cayendo las cifras de afiliados. En 2008, el Montepío se situaba ya en el umbral de los 15.000 mutualistas, y tres años más tarde, en 2011, el global caía hasta los 13.782. Sin embargo, han sido en estos últimos cuatro ejercicios cuando el número de afiliados ha ido bajando de forma notable y amplia. Así, en 2012 se perdieron 562 socios, por los 594 de 2013 y los 749 de 2014. El pasado ejercicio 2015, la tendencia frenó un poco y se perdieron 690 mutualistas. Las cifras oficiales reflejan que en noviembre del pasado año, el Montepío contabilizaba 11.187 afiliados. Bien es cierto que precisamente en noviembre se iniciaba una campaña de afiliación que ha permitido recuperar a la entidad unos 250 socios, dejando la cifra actual en el entorno de los 11.300 mutualistas.
Las causas de esta caída son varias, pero fundamentalmente se resumen en dos que tienen el mismo efecto: la desaparición de la minería que ha pasado de 30.000 a 3.000 mineros, que se une a la falta de un relevo generacional, ya que muchas de las bajas que se han contabilizado han sido por causa vegetativa. Para muestra un botón. De las 690 personas que el Montepío perdía en 2015, 438 fueron mutualistas que fallecieron. Solamente 17 fueron por impago. El resto, corresponden a bajas voluntarias.
Además del plano generacional, la dirección de la mutualidad apunta también a la crisis económica como otro de los motivos que ha influido en que muchos mutualistas hayan tenido abandonar su afiliación a la entidad asturiana. Muchas familias han atravesado en los últimos años por graves problemas económicos, factor que ha obligado a priorizar inversiones y destinar el dinero al cuidado de sus familiares directos en vez de a cuotas como la del Montepío. Además, aunque levemente, apunta la dirección del Montepío, también ha influido, en los dos últimos años, los casos de Villa y Postigo, que también provocaron alguna que otra baja.
En los últimos dos años, con la llegada de Juan José González Pulgar a la presidencia, la mutualidad ha tratado de recuperar "la esencia social con la que fue creada". Para ello, subrayaron, se han impulsado diversos programas sociales ligados a la formación o a la familia, lo que también se apunta como un guiño hacia los mineros más jóvenes como reclamo para que se unan al mutualismo.
En el primero de los casos, el Montepío ofrece becas de estudios para hijos de mutualistas que cursen estudios en Primaria, Secundaria y Bachillerato. "Una de las líneas de ayudas del Montepío cuando se fundó pasaba por la formación, y mucha gente pudo acudir a la Universidad Laboral gracias a estas becas; ahora los tiempos han cambiado y nos hemos adaptado", explicaron. Además, también hicieron referencia a las ayudas por natalidad o matrimonio, que también se han creado recientemente.
Con estos atractivos, además de los vacacionales de Los Alcázares, en la provincia de Murcia, y de Roquetas de Mar, en Almería, el Balneario de Ledesma, en Salamanca, y la residencia de mayores de Felechosa, el Montepío inició en noviembre una campaña de afiliación, y modificó sus estatutos para abrir sus puertas a las familias de los mineros en primer y segundo grado de consanguinidad.
El objetivo es estabilizar en 12.000 la masa social de la mutualidad, aunque confían en superar esas cifras. La cuota básica se estableció en 17,8 euros mensuales, que se rebajaría al 13,4 euros al mes si el mutualista decidiera acogerse al plan de pensiones de la entidad.
