La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los osos dejan de hibernar

El buen tiempo, la abundancia de alimentos, en especial bellotas, y la ausencia de nieve han cambiado los hábitos de los plantígrados de la cordillera Cantábrica

Una osa y sus dos crías, controladas por la Fundación Oso Pardo. FUNDACIÓN OSO PARDO

Las altas temperaturas registradas este invierno no han pasado desapercibidas para los osos. La Fundación Oso Pardo ha localizado recientemente varias huellas de plantígrados en el corredor que une las poblaciones oriental y occidental, y que discurre por los montes de Aller y Lena, y por otras zonas de la cordillera Cantábrica. La localización de rastros en pleno invierno refleja que algunos ejemplares no están hibernando. Es inusual que los ejemplares solitarios pasen los meses de frío activos, pero no que algunas hembras con crías mantengan la actividad. La Fundación ya lo había documentado en el estudio "Evidence of non hibernation in Cantabrian brown bears" ("Evidencias de no hibernación en los osos pardos del Cantábrico").

La investigación está firmada por el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, y otros cinco expertos: Carlos Nores, Fernando Ballesteros, Juan C. Blanco, Alicia García-Serrano y Juan Herrero. Palomero explica que "generalmente se produce la hibernación, pero nosotros detectamos algunas excepciones en la cordillera Cantábrica. Fue muy llamativo y, por eso, lo plasmamos en el estudio". Las excepciones se producen, generalmente, entre las osas con crías jóvenes. Según Palomero, "cuando la madre ha dedicado la temporada a amamantar y a cuidar de sus oseznos, ha tenido mucho desgaste. Si tiene acceso a la comida, prefiere quedarse activa durante el invierno y romper esa regla sagrada que es la hibernación".

El periodo de hibernación supone un desgaste para los osos. El presidente de la Fundación destacó que "tienen que tener grasa acumulada para sobrevivir durante el invierno". Algo improbable si la madre alimenta a sus crías y está en alerta para cuidarlas. Hay otras dos premisas para que las osas estén en activo cuando llega el frío: que el otoño haya dejado una buena cantidad de frutos y que no nieve mucho en invierno para que los plantígrados puedan acceder con facilidad a la comida, generalmente hayucos, bellotas y castañas.

La hibernación es habitualmente la regla. La investigación presentada por la Fundación Oso Pardo detecta que los osos pierden actividad durante el invierno también cuando están en semi-cautividad, tras la observación de "Paca" y "Tola" y los plantígrados de Cabárceno. En el caso de las dos osas de Proaza, tienen un periodo de hibernación de entre 70 y 96 días. Los ejemplares del parque de Cantabria, en su mayoría, hibernaron. Algunos permanecieron "ligeramente activos", según el estudio, pero no comieron.

Hay reglas que este año se rompen. "Este es un invierno peculiar", afirmó Palomero. Las altas temperaturas y la ausencia de nieve han ocasionado que algunos osos estén activos y dejen sus huellas por los montes. El experto destacó que "no son sólo hembras, también hemos localizado ejemplares en solitario". "Este año hay muchísimas bellotas y no ha nevado apenas, al menos hasta ahora, por lo que no es de extrañar que nos encontremos con casos hasta ahora nunca vistos", añadió. Hay ejemplares grandes en activo pero, matizó, son los menos. La Fundación Oso Pardo aún no puede hacer una valoración sobre la temporada, ya que no será posible conocer datos oficiales hasta marzo. Lo que ya es seguro es que las altas temperaturas han cambiado los hábitos de algunos ejemplares y que la Fundación podrá elaborar una nueva investigación en profundidad sobre este "extraño" invierno.

Compartir el artículo

stats