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El declive industrial de la comarca

Ventanas del Nalón desaparecerá al no poder afrontar su deuda de 3,3 millones

La empresa de El Entrego, con más de veinte años de actividad, ha entrado en proceso de liquidación por orden del Juzgado de lo mercantil

Instalaciones de Ventanas del Nalón en el polígono de La Central. FERNANDO GEIJO

La empresa Ventanas del Nalón, con más de veinte años de actividad en El Entrego, desaparece. El Juzgado de lo mercantil número 2 de Oviedo decretó, el pasado dos de febrero, que se abriera la "fase de liquidación" de la compañía por "incumplimiento de la propuesta de convenio aprobada en marzo de 2013". Aquilino Cortina, que era el presidente de la empresa, señaló que Ventanas del Nalón no pudo superar el concurso de acreedores porque el mercado de la construcción está "contraído" y porque no pudieron cobrar "el dinero que otras empresas nos deben". La deuda de la compañía con sus acreedores ronda los 3,3 millones de euros.

Ventanas del Nalón entró en concurso voluntario de acreedores el 8 de octubre de 2012. "Éramos optimistas para poder salir de esa situación", explicó ayer Aquilino Cortina. En marzo de 2013, la compañía firmó una serie de acuerdos con sus acreedores que hacían prever un mejor futuro para la sociedad. Sin embargo, tal y como apuntó el expresidente de Ventanas del Nalón, en este tipo de situaciones, "la Seguridad Social y Hacienda son acreedores preferentes, y tienen privilegio. El dinero que entra se va para pagarles. Hay que generar muchos ingresos para poder pagarlo todo y mantener el funcionamiento. Lo hemos intentado, pero no ha sido posible". Cortina subraya que el mercado de la construcción, al que suministraba Ventanas del Nalón -dedicada principalmente a la fabricación de cierres exteriores y ventanas de aluminio y PVC- no ha remontado el vuelo, y por lo tanto, las ventas no han aumentado.

Además, grandes empresas que debían dinero a la compañía de El Entrego no cumplieron con sus compromisos. Aquilino Cortina señaló, entre otras, a la asturiana Contratas Iglesias, en concurso de acreedores; a la constructora cántabra Cenavi, en proceso de liquidación, y a la unión temporal de empresas (UTE) que formaban Construcciones Valmasedo y Rehabitec Lleida, también en concurso. Estas últimas fueron las encargadas de levantar el centro de discapacitados Stephen Hawking, una obra por la que "nos deben mucho dinero". Al entrar en concurso de acreedores, la obra del edificio se paralizó hasta hace muy pocos meses, cuando el Gobierno central encomendó a la pública Tragsa acabar los trabajos, para de este modo poder abrir la instalación.

Ventanas del Nalón cuenta con una plantilla de quince personas, que tal y como explicó el expresidente de la compañía, "están preparando un proyecto" para seguir adelante en este sector. "Intentamos sacar adelante el concurso por todos los medios, pero tal y como está el mercado es impensable", añadió Cortina, que también quiso dejar clara la separación empresarial, accionarial y de dirigentes, que tienen Ventanas del Nalón, que va a desaparecer, y Ventanal Exterior, empresa también dedicada a este sector, pero que centra su actividad en Latinoamérica. "Hay quien quiere mezclarlas", aseveró Aquilino Cortina.

Al cierre de 2011, el último año en el que la empresa no estuvo bajo supervisión judicial, Ventanas del Nalón acumulaba unas pérdidas de 3,32 millones de euros. Sus activos ascendían a 3,81 millones, de los cuales la gran mayoría correspondían a los pagos pendientes por los clientes (las grandes empresas a las que se refiere Aquilino Cortina). La empresa cuenta con unas instalaciones de alrededor de 1.100 metros cuadrados situadas en el polígono industrial de La Central, en El Entrego. Desde el año 2007 había ido reduciendo progresivamente sus ingresos.

La crisis económica se llevó por delante a buena parte de las empresas del sector de la construcción, tanto en las Cuencas como en España en general. Ventanas del Nalón, que hasta ese momento iba creciendo progresivamente, acabó por entrar de declive. Las suspensiones de pagos de las grandes empresas con las que había trabajado, y que le debían dinero de diversas obras, ha acabado por llevarla a la liquidación.

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