"La problemática vecinal de San Martín del Rey Aurelio en 1872 era bastante similar a la de la actualidad". El historiador José Ramón Martín Ardines analizó durante una charla que impartió en el Salón de Actos de la Casona del Bravial de Blimea el contenido de las actas municipales que el Ayuntamiento atesora en su archivo. Estos documentos han permitido a Martín Ardines, responsable municipal del área de Cultura, reconstruir la historia del concejo entre los años 1872 y 1876.

El acto contó con la presencia de la concejala de Cultura, María Alonso. La conferencia organizada por la Asociación Cultural Bicentenario, contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. El ponente fue presentado por Hugo Cortina que destacó su labor como historiador, escritor, investigador y responsable municipal de Cultura, además de presidir la asociación organizadora

Ardines comenzó su intervención con un repaso del contexto social, político y económico de la época y explicó cómo en un cortísimo periodo de tiempo se sucedieron en España hechos históricos relevantes e importantes cambios. Así, en apenas cuatro años se pasó del reinado de Amadeo I de Saboya, a la Restauración Borbónica, con el breve periodo de la I República entre un régimen y otro. Sin embargo, según destacó, tales fluctuaciones en el poder casi no se dejaron notar en la vida cotidiana de San Martín o por lo menos no constan apenas alusiones a los bruscos vaivenes políticos a nivel nacional, debido fundamentalmente "a la tremenda objetividad con la que se redactaban las actas"

El conferenciante señaló que, por el contrario, sí que está documentada la incidencia que tuvo en la vida del municipio la guerra Carlista. Duro Felguera experimentó un notable crecimiento como consecuencia del encarecimiento del hierro inglés y los problemas de la industria vasca para producir en tiempos de guerra. Esta situación provocó que muchos habitantes de San Martín empezasen a alternar las actividades agrícolas y ganaderas con trabajo en las fábricas de los municipios cercanos. Todo ello generó "una cierta sensación de bonanza y prosperidad". Martín Ardines también habló de la elección de alcaldes de barrio y de las curiosas disculpas que llegaron a dar algunos vecinos que no querían asumir tal cargo: desde "enfermedades reumáticas incurables" hasta "ser extranjero, analfabeto y tener una vida desordenada y solitaria". Relató como se llega a recoger la destitución de un secretario municipal debido a "su estado de embriaguez diario" llegando a solicitar él mismo su relevo al Alcalde "a voces desde la taberna y utilizando palabras poco decorosas".