El retroceso del carbón y la fuerte oposición que el sector está encontrando en las administraciones estatal y europea ha llevado a la empresa Hunosa a desarrollar otra serie de proyectos energéticos que permitan complementar o suplantar a la actividad minera. Y en esa línea, también han buscado soluciones para equipamientos como la central térmica de La Pereda, en Mieres. La empresa pública tiene previsto conjugar el carbón con otro combustible más natural y que también saldrá de las propias concesiones de Hunosa: la madera. La presidenta de la compañía minera, María Teresa Mallada, aseguraba esta semana que explora la posibilidad de la hibridación de la térmica para que pueda quemar indistintamente uno u otro combustible.
La responsable de la hullera aseguraba que la fase de pruebas para esa posible conjugación de fuentes de energía en la térmica se ha superado "con éxito". Con esta afirmación Mallada hacía referencia al proyecto "pellet-in", que Hunosa comenzó a desarrollar en 2011 y en el que se logró quemar carbón y biomasa en La Pereda en unos porcentajes óptimos -de hasta el 30% de madera- sin que la instalación perdiera potencia.
La obra de hibridación de La Pereda ya estuvo presupuestada en su momento por el grupo Sepi (accionista mayoritario de Hunosa), que incluyó en los Presupuestos Generales del Estado de 2014 una partida bianual de tres millones de euros para desarrollar los trabajos. Sin embargo, de la noche a la mañana, ese apartado desapareció de las cuentas estatales y no se volvió a recuperar.
La empresa estatal es una de las compañías punteras del país en el desarrollo de las tecnologías con biomasa. Sin ir más lejos, Hunosa tiene en propiedad unas 1.875 hectáreas de masas arboladas de las que calculamos que se pueden obtener unos 400.000 metros cúbicos de madera. Además, ya baraja un plan forestal a 10 años, en el que se incluirían trabajos de aprovechamiento, repoblaciones productivas, repoblaciones ambientales y trabajos de mantenimiento y conservación de masas forestales e infraestructuras viarias. La previsión de la hullera es la de que en 2020, la producción anual de biomasa supere las 11.000 toneladas.
El caso de la central térmica de La Pereda entraría dentro del área de la "biomasa eléctrica", una parcela menos explorada. Sin embargo, Hunosa contempla la posibilidad "de acudir a futuras subastas de incentivos para centrales de este combustible, que es lógico que las haya al ser la biomasa una de las energías menos desarrolladas", señaló Mallada en Oviedo.
