La endometriosis es una enfermedad crónica cuyas causas se desconocen y que a día de hoy no tiene cura. Tampoco hay un tratamiento específico y eficaz para esta dolencia que se produce cuando el tejido endometrial crece fuera del útero y se implanta, fundamentalmente, en la cavidad pélvica: ovarios, detrás del útero, en ligamentos uterinos, vejiga o intestino. Sobre esta afección, que padecen más de dos millones y medio de mujeres y niñas en España, versó la charla que con el título "¿Conoces la Endometriosis?", que tuvo lugar en La Felguera y fue impartida por Bárbara Marcos Figueroa, del Grupo de Apoyo a Mujeres con Endometriosis Esendo-Asturias.
El acto fue organizado por la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Langreo, y contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. Asistió Blanca Pantiga, concejala de Igualdad, que manifestó su " satisfacción por el éxito de convocatoria de la Carrera Solidaria Contra la Endometriosis. Hay que darle visibilidad". Bárbara Marcos enumeró los principales síntomas de la enfermedad: dolor pélvico y cólicos, calambres abdominales, infertilidad, dolor al orinar o defecar y durante las relaciones sexuales, sangrados abundantes y dolor agudo y diario en las fases de mayor gravedad. Aseguró que la endometriosis "altera la calidad de vida de las mujeres que la padecemos afectando nuestras relaciones de pareja, familiares, laborales y de reproducción". Además, "el diagnóstico puede retrasarse de 7 a 9 años de media, lo que provoca importantes secuelas en la mujer, tanto físicas, como psicológicas y a nivel social".
Hoy por hoy, ni los servicios hospitalarios ni los centros de atención primaria cuentan con especialistas y son muchos los profesionales que ni siquiera conocen la enfermedad por lo que "las pacientes son tratadas con analgésicos para el dolor y medicaciones con fuertes cargas hormonales que pueden causar efectos secundarios". Marcos solicitó la creación de unidades especialistas en la dolencia.
La ponente aseguró que "muchas veces vivimos rodeadas de incomprensión". Se considera como "normal" todo padecimiento relacionado con la menstruación por lo que apenas se presta atención a quienes diariamente sufren dolores que muchas veces llegan a ser incapacitantes e invalidantes. Es pues, necesario, que las afectadas sean "además de atendidas desde el punto de vista médico, entendidas y comprendidas" Se trata de mujeres acostumbradas a vivir con el dolor, que no pierden la esperanza ni la sonrisa y están dispuestas a luchar contra una enfermedad invisible y silenciosa que supone, además, un elevadísimo coste emocional parar quien la padece.
