Tres corporaciones municipales han convivido en Mieres con el presupuesto que se aprobó en junio de 2009. Casi siete años de vida tiene ya un documento que, en realidad, nunca debió aplicarse, ya que fue aprobado únicamente con los votos a favor del PSOE, que por entonces conformaba un débil gobierno en franca minoría. IU y PP votaron en contra, pero las discrepancias internas surgidas en el seno de estos últimos permitieron que la tramitación siguiere adelante contra la lógica de la política y el juego de las mayorías.

IU lleva ya casi cinco años gobernando Mieres asida a un presupuesto que en su momento no quiso y que votó en contra. El documento salió adelante en un polémico pleno, celebrado el 15 de junio de 2009, gracias a la ausencia en la votación de casi la mitad de los componentes del grupo del PP. Los ediles conservadores, que habían participado en la elaboración del documento, cumplieron con la orden dictada por su dirección regional y votaron en contra de las cuentas, pero dejaron abierta, de par en par, una puerta de salida al PSOE, que vio corregida su minoría numérica en la Corporación al no asistir al Pleno tres concejales populares. De esta forma, el alcalde, Luis María García, pudo ejercer un voto de calidad para superar el escollo, evitando tener que someterse a una moción de confianza, el "plan B" que manejaban los socialistas. Esta crisis interna en los populares que acabó con la inmediata expulsión del partido de la dirección local.

El gobierno local siempre ha alegado que era "muy complicado" elaborar unas cuentas "reales" y, hasta ahora, ha preferido gestionar el Ayuntamiento con continuas modificaciones de partidas presupuestarias. Los gestores municipales se han quejado durante la mayor parte del pasado mandato de la imposibilidad de predecir el desenlace del llamado "caso Goncesco", que finalmente le ha costado a las arcas municipales algo más de tres millones de euros. Salvo imprevistos, a finales de marzo o principios de abril se aprobará el nuevo presupuesto.