"En los últimos años estamos asistiendo a un ataque y derribo del teatro costumbrista por parte no solo de la crítica, que siempre lo ha ninguneado, sino también de otras formaciones de teatro tanto amateurs como profesionales". Así comenzaba su exposición "El teatro popular asturiano", José Ramón Oliva, director del Grupo de Teatro Carbayín y uno de los autores de referencia del teatro costumbrista asturiano.

La charla, que tuvo lugar en el Aula Cultural La Plaza de Sotrondio, se enmarca dentro del ciclo de conferencias que anualmente organiza la Asociación de Antiguos Alumnos de la Academia JJ Calvo Miguel y contó con la colaboración del Ayuntamiento de San Martín y el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. Para Oliva, la "consigna está clara: hay que terminar con el teatro costumbrista, o al menos desprestigiarlo, para que el teatro asturiano avance".

Según sus detractores, el teatro costumbrista está obsoleto porque refleja situaciones del siglo pasado pero "por esa regla de tres habría que poner fecha de caducidad a las obras, como si fuesen yogures" y "tirar a la basura la obra completa de Cervantes o Lope de Vega, si solo se da por bueno el teatro moderno".

No son pocas, al parecer, las alusiones a la "escasa calidad de los grupos de teatro costumbrista y al hecho de que sus montajes son chabacanos, baratos y mal confeccionados". Sin embargo, aseguró el ponente, "estos argumentos están vacíos de contenido, ya que la calidad de un grupo jamás puede estar asociada al tipo de teatro que hace". En cuanto a los montajes, "no está de más recordar que el teatro costumbrista suele ser modesto y contar con muy pocos medios, lo que lleva a intentar hacer mucho con la menor inversión posible". Además, las obras se representan en lugares de lo más variopinto y que, en la mayoría de las ocasiones, no cuentan con las instalaciones y el espacio necesario por lo que, "precisamente, gracias a los montajes costumbristas, muchísimas casas de cultura, centros sociales y pequeños salones de asociaciones pueden ofrecer obras de teatro que de otro modo no estarían al alcance del público"

Tampoco se mostró José Ramón Oliva conforme con quienes aseguran que los textos costumbristas carecen de calidad literaria, si bien reconoció que se trata de un tipo de teatro difícil de exportar. Sin embargo, matizó, "es ahí precisamente donde reside su riqueza como elemento cultural diferenciador, igual que la tonada, el baile regional y otras muestras del folklore asturiano que hay que potenciar y apoyar".

Diversión

No deja de ser cierto, por otra parte, que el público fiel al teatro costumbrista es un público mayoritariamente envejecido, si bien matizó que "el público que asiste a cualquier tipo de teatro, en general, es de edad avanzada, porque es el sector de población que tiene más acceso al ocio".

Oliva terminó su intervención asegurando que "los grupos costumbristas nos conformamos con hacer pasar un buen rato a la gente e intentamos que el espectador a la salida de la función tenga la sensación de que por un momento ha podido olvidar sus problemas y se ha divertido".