Técnicos y representantes municipales de Langreo accedieron a finales del pasado mes de enero al viejo cuartel para analizar su estado. El gobierno local solicitó al Ministerio del Interior, poco después de tomar posesión, entrar para actualizar el informe municipal elaborado sobre el edificio de cara a seguir con el expediente de ruina y su posterior demolición. Los técnicos comprobaron entonces que el estado del inmueble ha empeorado desde su cierre, hace dos años.

El Consistorio pretende remitir al propietario de las instalaciones un requerimiento para que lo derribe. En caso de que no ejecute la obra será el Ayuntamiento el que lo haga, reclamando posteriormente los gastos al dueño. El ejecutivo municipal, estima que la demolición del cuartel viejo tendrá un coste de alrededor de 60.000 euros. "Nos encontramos con cascotes, escombros, con cimientos permeables al agua y basura", describió el concejal de Urbanismo, Jonatan López, el estado del edificio durante la visita realizada en compañía de personal del GIESE, que se prolongó durante más de una hora.