Once y media de la mañana. Empieza a salir humo de la caña del pozo San Luis de La Nueva, el punto de destino del tren turístico que traslada a los viajeros desde la estación de El Cadavíu para recorrer el ecomuseo minero de Samuño. Las sirenas se disparan y comienza el simulacro de rescate, programado para tres días antes de que se inicie la cuarta temporada del equipamiento. La operación, en la que participa la Brigada de Salvamento Minero, parte de un ficticio descarrilamiento del tren que provoca un incendio que se extiende a las capas de carbón próximas. Una medida que se realiza con el objetivo "de que las personas que nos vengan a visitar estén seguras", señaló la concejala responsable del área de Turismo, Vanesa Llaneza. Una acción más de seguridad dentro de los preparativos para el inicio de esta nueva campaña del que se ha convertido en el proyecto turístico estrella de Langreo.

Vanesa Pérez, responsable de la gestión del ecomuseo minero, es la encargada de dar la voz de alarma al servicio de emergencias del Principado y a la Brigada de Salvamento Minero, con base en el pozo Fondón, en Sama. Seis personas (turistas y trabajadores) permanecen en el interior de la galería, a 32 metros de profundidad y saldrán minutos después al exterior, en el pozo San Luis, con la ayuda de los integrantes de la Brigada de Salvamento Minero que participaron en el simulacro de evacuación.

"Es el operativo normal en una emergencia de esta entidad", aseguró Sergio Tuñón, director técnico de la brigada. El procedimiento, indicó, "no cambia respecto a un pozo en activo". Tras preguntar al responsable de la instalación sobre las condiciones en las que se produjo la emergencia, los especialistas decidieron acceder por los dos puntos de entrada para "hacer un rastreo".

Uno de los equipos penetraron por el socavón Emilia, la zona "con aire limpio" y localizó a varios de los turistas, indicó Tuñón, tras finalizar el operativo. Otro grupo accedió por la parte más complicada, la caña del pozo San Luis. Más de media hora después salieron los primeros rescatados y cuatro minutos después el último de los turistas, trasladado en una camilla por integrantes del dispositivo de rescate. La salida se produjo por las escaleras próximas al ascensor del pozo San Luis (ascendiendo una altura similar a once pisos), que era la salida más corta. No era la que tenía menos humo aunque las personas que permanecían en el interior del túnel disponían de autorrescatadores.

Los trabajadores del ecomuseo minero y los turistas que permanecieron en el interior de la mina fueron atendidos en la explanada del pozo a escasos metros de la casa de máquinas. El herido trasladado en camilla recibiría asistencia sanitaria en el césped.

Últimos retoques

El simulacro había concluido y el humo dejó de salir por la caña del pozo San Luis. Los integrantes de la Brigada de Salvamento Minero volvieron, una vez finalizado el trabajo, al pozo Fondón y en la explanada continuaron los trabajos de puesta a punto para que el ecomuseo minero esté listo para recibir el sábado a los primeros viajeros de la temporada.

La empresa pública Tragsa se ocupará de la gestión del equipamiento turístico hasta junio, cuando expira la encomienda suscrita en 2013 con el Ayuntamiento. Aún no se ha decidido quién se hará cargo de la explotación del ecomuseo a partir de entonces. El Alcalde, Jesús Sánchez, aseguró días atrás que se valorarán diferentes factores para determinar si se prorroga la encomienda a Tragsa o no. Los despidos de la empresa pública pueden "condicionar mucho" la decisión que se adopte, señaló el regidor.