La mina del Sotón (San Martín del Rey Aurelio) bien puede ser un ejemplo de la situación que atraviesa el sector de la minería. De pozo con más de 1.800 empleados, que arrancaban carbón cada día durante los años de esplendor, a museo para experimentar y no olvidar lo que significó ese "oro negro" para las comarcas del Nalón y el Caudal. La empresa pública Hunosa anunció ayer la ampliación de la oferta museística en las instalaciones, que arrancó el pasado mes de junio con visitas al interior (es el único pozo minero en funcionamiento que puede ser visitado en Europa). Se trata de la apertura del Centro de Experiencias y Memoria de la Minería, que se ha instalado en la antigua Casa de Aseos y la lampistería del pozo de San Martín. El complejo incluye los nombres de los 540 mineros de la empresa fallecidos en accidente laboral.
El Sotón hizo historia en junio, con la entrada de la primera excursión a las entrañas del pozo. Fue un éxito desde el primer momento y ya se ha convertido en todo un referente turístico en las Cuencas. Los que la han probado aseguran que la experiencia es "única". El recorrido incluye un descenso, entre la octava y la novena planta, a través de "la Jota": una de las chimeneas de ventilación del pozo, aún en explotación en algunas galerías que comunican con María Luisa.
Bajar a la mina tiene un precio: cuarenta y ocho euros. Lo que es gratis es dar un paseo por las instalaciones del exterior (sin entrar en el nuevo centro). Hunosa también abrió al público, en octubre del año pasado, un itinerario por los 95.000 metros cuadrados de extensión del entorno del pozo. Un recorrido para admirar los castilletes, el "reter", el edificio de la casa de máquinas y la oficina sindical.
La puesta en marcha del Centro de Experiencias y Memoria de la Minería es un nuevo paso al frente y una evolución en el complejo del Sotón. La interactividad, aseguraron ayer desde Hunosa, es la clave. En la Casa de Aseos y la lampistería, la hullera expondrá documentación de su archivo y diversos materiales recopilados por los pozos. La visita es apta para todos los públicos (también niños) y permite experimentar el trabajo de la mina, sin necesidad de bajar en la jaula.
En una sala completamente a oscuras, con ese negro que solo tiñe los pozos, los visitantes verán antiguas fotografías integradas a través de un croma. Los más fuertes podrán tirar de una vagoneta llena de carbón. La entrada es gratuita hasta el próximo domingo, según anunciaron ayer los responsables de Hunosa.
Los precios a aplicar a partir del día 27 ya están decididos. Los adultos pueden entrar al centro por 3,50 euros y los niños por 2,50 euros. Parados, jubilados, estudiantes y personas con discapacidad tienen una tasa rebajada: dos euros. El horario de visitas será de diez de la mañana a dos de tarde y de tres y media a seis de la tarde, de martes a domingo. El lunes permanecerá cerrado por descanso.
Sadim, empresa de Hunosa y Fusba, fundación también dependiente de la hullera pública, fueron las entidades encargadas del acondicionamiento de esta nueva pieza del Sotón. Serán estas dos firmas las que se encarguen, a partir de ahora, de la gestión del Centro de Experiencias y Memoria de la Minería.
Las instalaciones están vinculadas al Archivo Histórico de Hunosa y está previsto que impulsen estudios sobre el sector, orientados a documentar y datar a trabajadores que fallecieron en accidente en las minas asturianas. Así se ampliará el memorial anexo que rinde tributo a los trabajadores y que adorna el exterior del Sotón. Está previsto completar la oferta con testimonios audiovisuales de antiguos trabajadores. Todo para que la huella de la mina nunca se borre.
