Los ganaderos reclaman al Gobierno regional que se incrementen los controles sobre la fauna silvestre dentro de la lucha contra la tuberculosis bovina. Así lo trasladaron ayer en Rioseco los titulares de las explotaciones ganaderas del concejo al director general de Ganadería, Ibo Álvarez, que impartió una charla sobre la enfermedad. Una medida con la que el responsable regional mostró su conformidad. "Hay que seguir incrementando los controles en la población silvestre", indicó durante la charla.
En 2015 se efectuaron, señaló, pruebas a 257 jabalíes y nueve de ellos dieron positivo en las pruebas, lo que representa un 3,5%. Tras los controles en tejones se comprobó que ninguno de ellos sufría la enfermedad. "Llevamos años y años con campañas para controlar el ganado pero la fauna salvaje no la sanea nadie y puede transmitir la tuberculosis", indicó uno de los ganaderos. Los asistentes trasladaron al director general de Ganadería su preocupación y, en algún caso, expresaron sus dudas sobre la fiabilidad de las pruebas dada la existencia de "falsos positivos".
Ibo Álvarez indicó que la enfermedad se considera erradicada cuando se encuentra por debajo del 0,1% seis años seguidos y lo han logrado países como Francia, Bélgica o Alemania. En Asturias actualmente afecta al 0,28% de las explotaciones ganaderas, un porcentaje que es inferior al registrado de media en España, que es del 1,7%. Y en algunas comunidades autónomas, señaló el director de Ganadería en el encuentro, "se llega al 10% de explotaciones con positivos". El nivel de prevalencia en la región, dijo, se mantiene en los últimos años y "no baja desde 2004". "Tendríamos que hacerlo", añadió aunque también reconoció que "es difícil porque estamos en la fase final". Álvarez repasó las características de la campaña de saneamiento, que se desarrolla desde hace más de 30 años.
El programa de erradicación de la tuberculosis en la cabaña ganadera se ejecuta "igual" en todas las comunidades autónomas. En esta última campaña se decidió aplicar un protocolo de flexibilización en la interpretación de la reacción de la tuberculina, de forma que en el caso de explotaciones con más de tres años consecutivos sin antecedentes de la enfermedad se repite la prueba pasados 42 días para asegurar más el diagnóstico. De esta forma, si es positivo la res "se marca pero si es negativo no". Estas ganaderías tienen que cumplir otros requisitos, entre ellos que se encuentren en zonas en las que se registren menos de un 1% de prevalencia de la enfermedad, subrayó Ibo Álvarez en su charla. Estos cambios han permitido que a más de 50% de los animales que reaccionan se les repita la prueba para confirmarla.
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