La Vía Carisa y los yacimientos encontrados hasta el momento en el enclave ya son bien de interés cultural (BIC). Expertos, vecinos y los ayuntamientos de Aller y Lena llevaban una década reclamando la protección de la zona. Aunque la denominación aún no es oficial, el entorno ya recibe el tratamiento de los bienes patrimoniales con la citada catalogación. Están protegidos los tramos originales de la Vía Carisa, el poblado astur-visigodo de Homón de Faro y los campamentos romanos de L.lagüezos y Curriel.los.
La tramitación para la catalogación como BIC de la Vía Carisa se inició el año pasado, a propuesta de la Red de Ciudades Vía de la Plata. En el último Consejo de Patrimonio celebrado en la Junta General del Principado, se añadieron los yacimientos atendiendo a una petición formulada por los consistorios de Aller y Lena. Fuentes de la Consejería de Cultura, Educación y Deportes confirmaron que "la catalogación se aplica desde el inicio de los trámites". Así lo refleja la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español, en su artículo 11 del Título Primero: "La incoación de expediente para la declaración de un bien de interés cultural determinará, al bien afectado, la aplicación provisional del mismo régimen previsto para los bienes declarados de interés cultural".
La Carisa, por tanto, ya goza de protección. Queda prohibida, por tanto, cualquier demolición en la zona y se penarán con firmeza, si ocurrieran, los expolios. Una medida que hace respirar al Ayuntamiento de Lena, que unos días atrás había reclamado una mayor vigilancia de la zona para evitar que se produjeran daños. Una petición que surgió tras hacerse público un informe de la Guardia Civil que alertaba del aumento de los expolios en la región. "Esta zona es de vital importancia para el desarrollo turístico de los concejos con influencia y de la totalidad de la región", aseguró el alcalde, Ramón Argüelles.
La Vía Carisa se construyó, según los estudios arqueológicos, en torno al año 26 antes de Cristo. Los legionarios se encargaron de la actuación, bajo el mando de Publio Carisio. Fue la primera conexión de Asturias con la Meseta y la técnica topográfica empleada para salvar las pendientes, con caminos en zigzag, aún asombra hoy. En el límite actual entre Villamanín (León) y Lena se levantó el campamento del Picu L.lagüezos: la primera construcción romana en el territorio que ocupa ahora Asturias. A más de 1.000 metros de altitud, albergó a una formación militar de envergadura. Un grupo de legionarios que viajaban con artesanos que se dedicaban a la reparación de las armas. Muy cerca de ese alto, los romanos construyeron el segundo campamento en territorio astur. El campamento de Curriel.los es la "joya" patrimonial de la Carisa. Se amplió hasta en cinco ocasiones y tenía una fortificación muy reforzada. Prueba, afirman los expertos, de que los legionarios se veían amenazados por una importante fuerza hostil. Algunos estudios apuntan a que el lugar podía albergar hasta a 5.000 soldados romanos y hay pruebas de que Curriel.los y L.lagüezos estuvieron ocupados al mismo tiempo.
El descubrimiento de Curriel.los se produjo en el año 2005. Cuando los arqueólogos estaban trabajando en el enclave, divisaron un nuevo recinto justo enfrente. La localización del yacimiento hizo pensar, en un primer momento, que se trataba de una fortificación astur. Pero las pruebas del carbono 14 demostraron que los restos eran posteriores: del siglo VIII después de Cristo. Los estudios arqueológicos apuntan a que ese poblado, el poblado astur-romano de Homón de Faro, está relacionado con la invasión árabe que encabezó el general Muza. Todas estas huellas que marcan el paso por la Carisa, imprescindibles para conocer la historia de Asturias, están ahora inmersas en el proceso para su declaración definitiva como BIC. La Consejería de Cultura cuenta con un plazo máximo de veinte meses.
