Aunque el encaje de bolillos es una manualidad tradicional, no tiene por qué estar reñido con las nuevas tecnologías. Eso es algo que demostró ayer la alicantina Raquel Adsuar, considerada como la primera "bolillotuber", que acudió hasta el encuentro celebrado en Santullano. Esta joven cuenta con un canal en "Youtube" donde realiza tutoriales sobre los bolillos. "La verdad que muchas mujeres lo agradecen, porque no hay clases de bolillos en todos los pueblos, y esto ayuda a que se extienda la afición", aseguraba ayer. En el evento, Adsuar realizó una clase magistral "donde hablamos de todas las maravillas que hacemos con el encaje, y la verdad es que ha merecido la pena venir desde Alicante para estar con todas estas mujeres".

Por otro lado, la alicantina también llevó a Mieres una obra de su creación, el abanico más grande del mundo, a la espera de que "Guiness" lo certifique. "Es el único de estas características, el dibujo es original y está hecho de encaje de corchón, que es el encaje más tradicional a nivel europeo, con unos 450 bolillos", explica. Además, este abanico está realizado con un filo hilo, lo que hizo que el trabajo fuese aún más laborioso. "Han sido cinco meses con días de 15 horas de labor, pero casi no se aprecian las horas que hay detrás de un encaje de bolillos como éste", recalcó.

Además de bolillera, Adsuar es licenciada a Violín y Piano y cuenta con una academia de música. Asegura que la música y los bolillos "tienen un aprendizaje muy similar, porque cuando tenemos un patrón de encaje de bolillos es como si interpretáramos una partitura, hay que saber qué linea, los puntos, la verdad que es casi lo mismo".