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Mieres y la Universidad de Oviedo

La mejora del transporte y el diseño de nuevos cursos de posgrado como principales propuestas para el campus de Barredo

La vinculación de Mieres y, en general, de las cuencas mineras con la Universidad de Oviedo es intensa y viene de lejos. Para empezar, eminentes profesores de la mejor época de nuestra Universidad, del famoso Grupo de Oviedo, como, por ejemplo, el Rector Fermín Canella o el jurista Aniceto Sela, eran de las Cuencas, conocían al dedillo el mundo minero y dieron un gran impulso a nuestra Universidad, pues Canella era oriundo de Sobrescobio y Sela era mierense. Más aún, esa vinculación tan personal de nuestros grandes maestros hizo que la obra histórica de la Extensión Universitaria tuviera en las cuencas mineras un desarrollo muy intenso, con el objetivo tan querido de Manuel Llaneza de ayudar a formar lo que el dirigente del SOMA llamaba "el obrero consciente".

Pero no sólo eso, la Universidad de Oviedo pasó de ser literaria y estar dedicada a los estudios clásicos y jurídicos, a estudiar lo que luego se llamarían "ciencias positivas" gracias a la vinculación con las cuencas mineras, con la minería y con la industria, pues nuestra gran Facultad de Ciencias Químicas se implantó bajo la iniciativa de las grandes empresas mineras al calor del carbón, tratando de conseguir un mejor aprovechamiento y diversificación de ese recurso estratégico de Asturias, que después ayudaría a la implantación de importantes empresas químicas. Es decir, la Facultad de Química es hija directa de las cuencas hulleras, como lo fue también la creación posterior de la Escuela Superior de Ingenieros de Minas, facultades ambas que están en el origen de la expansión posterior de otros estudios dedicados a las ingenierías y, en general, a esas ciencias así llamadas positivas. En definitiva, queremos dejar constancia de este hecho tan importante, porque en su desarrollo histórico la Universidad de Oviedo tiene profundas raíces en las Cuencas.

Pero en su desarrollo reciente también, porque el campus de Mieres, el campus de Barredo, es hijo directo de la lucha de las organizaciones de izquierda y, más en concreto, de los sindicatos mineros, por buscar recursos financieros y nuevas iniciativas empresariales y culturales para tratar de atajar la irreversible crisis de la minería del carbón, y su triste corolario, la crisis de las Cuencas. Su lucha y su compromiso a lo largo de muchos años con la modernización y el desarrollo económico de esta tierra que ha marcado la identidad de Asturias tuvo como resultado la consecución de los fondos mineros, una importante cantidad de recursos financieros obtenidos de los gobiernos de España, que en distintos casos acabaron en obras discutibles y polémicas, pero que en otros dieron un empuje, por ejemplo, a la integración de la Asturias central -como la Autovía Minera- o se invirtieron en la creación del magnífico campus de Mieres para desarrollar nuevos estudios, dinamizar las cuencas e impulsar la formación universitaria.

Hay que ser agradecidos y nosotros lo somos. Valoramos este campus como una obra salida de los pozos, que la Asturias minera ofreció a la Universidad de Oviedo, a la universidad de todos los asturianos, para impulsar nuestra propia diversificación y modernización.

Por eso decimos alto y claro que a nosotros, a la candidatura que encabezo, le gustaría mucho impulsar nuevas actividades e incluso nuevos grados en el campus de Mieres, pero hay que ser honestos y realistas: en plena crisis económica y dependiendo de unos recursos públicos que cada año se vienen encogiendo más y más, hasta el punto de tener que pagar sueldos ínfimos a nuestros jóvenes y precarios profesores, nos parece una frivolidad o simplemente demagogia tratar de conseguir un puñado de votos prometiendo lo que no se puede cumplir.

Nosotros no vamos a caer en esta demagogia que, en realidad, es vender puro humo. Pero sí queremos potenciar lo que viene funcionando, sí queremos traer más estudiantes a Mieres (lo que pasa por mejorar en serio la red de transporte, o sea, por multiplicar y facilitar las comunicaciones, que tiene que ver directamente con una mejor integración del área metropolitana), sí queremos hablar despacio y en serio con las instituciones regionales y municipales para estudiar en común la manera de convertir el campus de Mieres en un campus vivo y muy bien integrado. Concretamente, proponemos la operación de una lanzadera circular que una los campus universitarios de Mieres, Oviedo y Gijón con enlaces frecuentes. La Universidad y el Principado podrían financiar este enlace sin que ello significara un gran quebranto económico.

En especial, pensamos que la potenciación del campus puede ir de la mano de dos acciones principales. Por un lado, el diseño de nuevos cursos de posgrado, en especial másteres oficiales en el campo de las ingenierías, sin menoscabo de la creación de nuevos grados que surjan del consenso de todas las instituciones implicadas. Por otro, la búsqueda de nuevos alumnos para nuestros grados y másteres en los países de Iberoamérica y de estudiantes internacionales para los cursos de Español. Mieres dispone de una excelente residencia de estudiantes, hoy en día infrautilizada, y de unos estudios de carácter técnico muy atractivos para países en crecimiento como los Iberoamericanos. Sin desdeñar el aumento del alumnado de nuestro país, pretendemos realizar acciones concretas dirigidas a aquellos países en los que pensamos que, por afinidad cultural e idiomática y por el contenido de los estudios que ofrecemos, el campus de Mieres puede resultar especialmente atractivo.

Recientemente ha trascendido la idea de una gestión compartida de las instalaciones deportivas del campus de Mieres y las instalaciones próximas de la ciudad por los estudiantes del mismo y por los ciudadanos de Mieres en general. Nosotros propiciaremos ese uso común. Incluso vamos más allá; proponemos que la Universidad debe comprometerse financieramente a que estas instalaciones funcionen más días y con horario más amplios y que el Ayuntamiento de la ciudad participe también en este proceso, a través de la creación de becas dirigidas a fomentar la permanencia de los estudiantes en el campus y en la ciudad.

Mieres y la Universidad se necesitan y se complementan. No perdamos más el tiempo.

César Rodríguez Gutiérrez, Antonio Fueyo Silva y Marcelino Fernández-Raigoso Castaño son naturales de las cuencas mineras.

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