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La normativa europea deja inutilizables el 60% de los pastos públicos de la comarca

Los ganaderos y los agricultores exigen al Principado que realice quemas controladas y desbroces para cumplir con la estricta normativa de la UE

Reses pastando en la vertiente allerana del puerto de San Isidro. LEONCIO CAMPORRO

Los ganaderos y agricultores del Caudal aseguran que la normativa europea está dejando inutilizados más del sesenta por ciento de los terrenos de pasto de la comarca. La Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea dicta que no pueden acoger reses las parcelas de monte común con zona pastable (plantas) que supere los cuarenta centímetros de altura. Una premisa que, según el sector, sólo se podría cumplir con quemas controladas y desbroces muy habituales en las zonas afectadas por la legislación.

La Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall) en la comarca del Caudal abandera las reclamaciones para mejorar la situación. La primera, la más alcanzable, pasa por reclamar las citadas medidas de control a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. "No es posible ajustarse a lo que se demanda si no hay quemas periódicas y se hace un esfuerzo en los desbroces y la limpieza del monte público", aseguraron los portavoces de la asociación.

La otra propuesta es más difícil de conseguir. Los productores consideran que el sector asturiano debería unirse a otras comunidades y hacer una reclamación conjunta ante los responsables de la Unión Europea. Según señalaron ayer, "lo que recoge la Política Agraria Común es prácticamente inalcanzable en regiones como Asturias". Lugares en los que se dan los helechos y otros arbustos que "alcanzan muy fácilmente los cuarenta centímetros de altura". Discernir estas especies de la zona de pasto común es "algo prácticamente imposible", ya que las mediciones para controlar los terrenos que entran en la normativa se hacen desde el aire.

La normativa de la PAC en materia de pastos empezó aplicarse durante la anterior temporada y los ganaderos intuyen que las medidas para este verano serán aún más estrictas. La situación es "difícil" en general, pero se complica aún más en las zonas de mayor concentración de superficie pastable. Es el caso del monte Llosorio, de Mieres, en el que "están inutilizados prácticamente el sesenta por ciento de los terrenos que se venían utilizando hasta ahora". También es crítica la situación de otros montes como el de Lloreo y las superficies de pastos de Morcín.

No es la primera vez que la restrictiva política de la PAC ocasiona protestas en la comarca. Hace unas semanas, el grupo del PP del concejo de Aller se hizo eco de la reclamación de los ganaderos del municipio sobre la necesidad de ejecutar más quemas controladas y desbroces en los montes. En Cotobello, una de las superficies pastables más importante del municipio, las parcelas aprovechables se han reducido en más del ochenta por ciento. "Es una lástima que dejemos que se pierda esta zona, de vital importancia para el desarrollo del sector primario en el municipio", explicó el portavoz de la formación, Juan Antonio del Peño.

Los portavoces de Agall, también el resto de colectivos del sector en la comarca, coinciden en afirmar que la normativa de la PAC en materia de pastos es "un obstáculo más" en el desarrollo de su labor. Un trabajo, añaden, que no resulta rentable desde el inicio de la crisis.

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