Los expertos alertan de un repunte en el policonsumo de drogas y una "reaparición peligrosa" de la heroína en la comarca. Lo dicen los responsables del Centro Terapéutico de Rehabilitación en Drogodependencias (RED) de Mieres, que por primera vez en casi dos décadas de actividad han tenido que habilitar una lista de espera para recibir a los usuarios. Ven a la crisis como uno de los factores desencadenantes de este repunte, sin olvidar que el centro tiene ya mucho recorrido y se ha posicionado como un lugar de referencia en la región.

La crisis es un telón de fondo, pero no un actor en la tragedia de las adicciones. Explica Elizabeth Ortega, psicóloga de RED y responsable del centro, que "la falta de trabajo, los problemas económicos y las dificultades para prosperar afectan muy negativamente a las personas con un historial de consumo previo". Es decir, no es la falta de recursos la que desencadena la adicción, pero sí la agrava, especialmente en el caso de los jóvenes.

La edad de inicio de consumo es una de las grandes preocupaciones del centro terapéutico de Mieres. En un reciente estudio elaborado por los responsables del RED, los usuarios afirmaron que habían probado ya alguna droga con menos de quince años. "Esto hace que la media de edad baje cada año, actualmente rondamos los treinta años y es una tendencia que va a más", señaló Ortega.

Preocupa quién consume y, también, qué consume. En los últimos meses, se han agravado los casos de politoxicomanías y ha reaparecido con fuerza la heroína. "Siempre dijimos que esa sustancia no había desaparecido y ahora, por desgracia, los datos nos dan la razón", señaló la experta. En la mayoría de los casos de policonsumo (que el año pasado supusieron el 23% de los tratamientos), la heroína está presente.

La reaparición de esta droga tiene, para Ortega, dos explicaciones. La primera, de índole económico: "Es una sustancia más barata que otras, por lo que la situación económica actual ha disparado su consumo". La otra explicación que encuentra la psicóloga tiene un marcado trasfondo social. Según Ortega, "en personas con un historial previo de adicción, el ritmo de vida que se lleva ahora mismo puede favorecer que se busque una sustancia sedante". También puede ser un "efecto rebote" del consumo de cocaína: "Encontramos casos en los que conviven estas dos sustancias, la cocaína relacionada con la actividad y el mundo de la noche y la heroína para paliar esos efectos", destacó Ortega.

Es una mala noticia que ha llenado el RED de actividad. La semana pasada, por primera vez en su historia (empezó a funcionar como el centro "Buenos Amigos" a finales de los noventa), tuvo que abrir una lista de espera. "Es imposible que, con los recursos actuales, podamos atender a la cantidad de pacientes que recibimos", explicó la psicóloga. Es por eso que considera que las administraciones tienen que atender lo que la sociedad está demandando: "Necesitamos más recursos, implicación y que los que gobiernan vean la lucha contra las drogodependencias como una prioridad".

Si esa implicación no llega, alertan los expertos, la situación puede retroceder veinte años. Avisan de que no poder acoger a los que están intentando emprender una nueva vida puede tener "consecuencias funestas" en su reinserción.