El problema de los inmigrantes centró ayer la conferencia que impartió el arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, y que se enmarcaba dentro de la III Semana Social que organizaba la parroquia de San Pedro Apóstol de Mieres. El religioso, que participó en la semana social por videoconferencia, señaló ante los presentes que "la violencia es siempre por cuestiones de poder, se vista como se vista, religiosa o política". Además del arzobispo, también tomó partido en la charla Mónica Prieto, militante del Movimiento Cultural Cristiano.

Agrelo hizo una reseña de los inmigrantes que le son más cercanos, aquellos que "recorren miles de kilómetros" para llegar hasta Tánger. Esas personas, "que me cuesta entender cómo pueden ser tan ajenas a la violencia con lo que han vivido y, en lugar de eso, mantienen su sonrisa, las busco cada semana en los lugares donde se esconden para ayudarles y llevarles alimento". Defendió el arzobispo que estos inmigrantes "lo son por los problemas que tienen en sus países de origen, que les empujan a salir de casa sufriendo diferentes tipos de violencia, tanto política como religiosa".

Otro aspecto al que hizo alusión Santiago Agrelo son "las decenas de miles de muertos que hay en el desierto, aquellos que no lograron llegar a nuestras fronteras, y de lo que no se habla nada". Y es que el religioso aseguró sentirse "indignado", cuando "oigo que esos chavales salen de su casa por afán de aventura o por mejorar su situación económica, es un razonamiento equivocado porque la verdad es que ponen en riesgo sus vidas". Sin embargo, el ponente destacó que este razonamiento "puede deberse también a una forma de justificar nuestra indiferencia".

Por último, el arzobispo habló del "problema del lenguaje en relación con los inmigrantes, a los que llamamos ilegales, irregulares, sin papeles, nombres que permiten justificar la violencia que vamos a ejercer sobre ellos". Con este uso del lenguaje, "nos constituimos como dueños del destino y la libertad de otros seres humanos, continuamos siendo negreros", subrayó.