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Algunos de los empleados ya se encuentran trabajando en otras empresas

La situación que vive la plantilla del centro europeo de Soft Computing es más que complicada, como se dejó ver ayer en la nueva vista judicial, sobre todo porque hay empleados que ya se encuentran trabajando en otras empresas. Su obligada reincorporación en el puesto anterior podría costarles caro ya que tendrían que dejar su actual empleo para volver a otro en el que no tienen asegurado el salario. Situación similar sufren también quienes cobran prestación por desempleo, ya que la perderían. Este argumento también tendrá que ser valorado por la autoridad judicial a la hora de considerar la imposibilidad de la recolocación de los trabajadores en su antiguo puesto. De momento, la plantilla sí ha recibido la carta del patronato en la que se les insta a reincorporarse, pero se les exonera de volver al centro. También se ha notificado la anulación de los despidos a través de la Seguridad Social, tal y como han podido saber los extrabajadores.

El centro europeo de Soft Computing se mantuvo durante una década en el campus de Mieres. Su trabajo consistía en la investigación en lógica difusa, es decir, tratar de que las máquinas tengan razonamientos similares a los de las personas. Estas investigaciones tenían múltiples aplicaciones en diferentes sectores como la medicina o la energía, por citar sólo algunos. La participación en proyectos, tanto europeos como nacionales, reportó al centro 6,5 millones de euros.

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