"Un ramo literario de rosas rojas, frescas y perfumadas con el que rendir homenaje al amigo". Eso y mucho más pretende ser "Félix Grande: Un hombre bueno", un libro colectivo en el que varios escritores han querido reflejar la vertiente humana de uno de los poetas más destacados de su generación y que tiene en su haber el Premio Nacional de Poesía y el de Ensayo, y el Premio Nacional de Literatura, entre otras muchas distinciones. La presentación de la obra tuvo lugar en el Centro Cultural Carlos Álvarez Novoa de La Felguera, en un acto conjunto organizado por la Asociación Cultural "Cauce del Nalón" y el Centro de Creación Escénica "Carlos Álvarez Novoa" y que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Francisco Villar, presidente de Cauce, se encargó de introducir el turno de intervenciones, que corrieron a cargo del escritor felguerino y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Javier García Cellino y de Luis Domingo, alma mater del proyecto y por encima de todo, según sus palabras, "íntimo amigo y casi hermano del poeta".

"Los que tuvimos la suerte de tratarlo de un modo u otro, hacemos en el libro la instantánea del momento en que lo conocimos y relatamos las distintas sensaciones que vivimos a su lado" afirmó García Cellino. El escritor langreano explicó cómo fue su primer encuentro con Félix Grande y de qué modo le impactó su cercanía y sencillez, "durante un paseo en el que hablamos de todo un poco: vida, muerte, amor, escritura y poesía".

Luis Domingo trazó unas breves reseñas biográficas del poeta, un hombre que a pesar de haber sido cabrero en su pueblo, pudo dedicarse a la literatura, "cuando empezó a trabajar en la revista 'Cuadernos Hispanoamericanos', de la que llegó a ser director y de la que fue fulminantemente despedido al llegar Aznar al poder", según Domingo. De su mano, la sala se llenó de recuerdos, anécdotas y precisas pinceladas que plasmaron a la perfección la figura de un hombre "que hablaba de flamenco con pasión y conocimiento y sabía adobar sus intervenciones con una voz sedosa y casi episcopal que hipnotizaba a quienes le escuchaban".

"Para Grande, la emoción era imprescindible y solía decir que si no logras tocar el corazón de la gente, levantarán el culo y se irán", rememoró Luis Domingo, que no dudó en compartir con el numeroso público asistente, el recuerdo "de un amigo de verdad, sincero, hospitalario, cariñoso y solidario hasta el extremo". También habló de la dura infancia del poeta y de qué modo la guerra civil marcó a un Félix niño que tuvo que convivir con una madre rota por la depresión y al borde del suicidio en numerosas ocasiones. Sin embargo, según Domingo, la sencillez y la coherencia de Félix Grande, "son herencia de su abuelo, un hombre recto y honrado, que inspira una de las mejores y más humanas novelas del escritor, "La balada del abuelo Palancas".

En definitiva, "Un hombre bueno" quiere, (y lo consigue), proyectar una mirada poliédrica, profunda y enriquecedora del personaje y servirá además para perpetuar la profunda convicción comprometida y solidaria del poeta, ya que los beneficios del libro se destinarán íntegramente a la ayuda a los refugiados a través de su donación a ACNUR.