La consejería de Cultura, Educación y Deportes estudia financiar una nueva campaña en el entorno de la Carisa para desarrollarla este verano. Los técnicos están estudiando el proyecto y todo apunta a que, salvo imprevistos, haya financiación para una nueva intervención en la zona. Esta apuesta por el enclave, de mano de un equipo de Cultura renovado, supondría un cambio en la política que ha mantenido durante los últimos quince años el Principado en la investigación del enclave. Desde el año 2001, fecha en la que se iniciaron los trabajos, la Consejería ha aportado 35.000 euros a las indagaciones en la Carisa que se han repartido entre una campaña de excavaciones y una subvención para la organización de un congreso en Oviedo.
¿Cómo fue posible conocer tres enclaves en la zona? El grueso de la inversión llegó en 2002, a través de un mecenazgo de Cajastur. Ya entonces, los arqueólogos de la asociación "Amigos de la Carisa" encontraron obstáculos en la Consejería de Cultura. Llamaron a la puerta de los responsables regionales, presentaron su proyecto, y se fueron sin conseguir un sólo euro.
Ángel Fernández Ortega, entonces presidente de la Federación de Montaña de Asturias y defensor infatigable del enclave, les abrió una ventana por la puerta que se cerró. El mierense les remitió a Cajastur, que ya había impulsado la recuperación de la Vía Carisa. La entidad bancaria, a través de sus inversiones para investigación y promoción cultural, destinó medio millón de euros a los trabajos.
Bien invertidos. El equipo de arqueólogos "peinó" la zona. El hallazgo más importante fue el campamento de Curriel.los, un recinto de cronología romana que se posicionó como uno de los campamentos construidos a mayor altitud (1.500 metros sobre el nivel del mar) de Europa. Entre Aller y Lena, el campamento se amplió hasta en cinco ocasiones. Es la prueba, para algunos expertos, de que los romanos estaban sometidos a una importante amenaza hostil.
Estaban trabajando en Curriel.los cuando divisaron, justo enfrente, otra fortificación. Las murallas de Homón de Faro, a primera vista catalogadas como un asentamiento astur. Demasiado perfecto para ser verdad, porque las pruebas de Carbono 14 demostraron que el yacimiento era posterior: del siglo VIII después de Cristo. La fortificación cuenta con una doble muralla defensiva con una longitud de 400 metros y, según los arqueólogos, se construyó para defender el territorio astur de la invasión árabe que encabezó el general Muza (documentada entre los año 713 y 714 de nuestra era).
El mecenazgo terminó y cayó el silencio, en forma de tierra sin excavar, sobre la Carisa. En el año 2011, un equipo de expertos sobrevoló la zona para elaborar un mapa de las guerras de Hispania. A bordo de la avioneta iban Esperanza Martín y Jorge Camino. Desde el aire, divisaron un recinto circular que se ocultaba bajo un monte que había sufrido una quema. Fuego que desterró un nuevo yacimiento: el campamento de L.lagüezos.
Los expertos no tardaron en suponer que ese recinto de piedra, aún medio oculto bajo la tierra, era una nueva construcción romana. Los alcaldes de Lena, Aller y Villamanín, entonces Ramón Argüelles, David Moreno y Óscar Rodríguez, respectivamente, se unieron para retomar la investigación. Aportaron 6.000 euros para unas indagaciones preliminares, que confirmaron la primera hipótesis.
Y ya en 2013, Cultura apostó por primera vez por las investigaciones en la Carisa. Se financió una intervención que incluyó excavaciones y que sirvió para revelar la grandeza de L.lagüezos: la primera construcción romana en el territorio que ocupa actualmente Asturias. Los arqueólogos, dirigidos por Esperanza Martín y coordinados por Jorge Camino, recuperaron la moneda más antigua que se ha inventariado hasta el momento en la región. Se trata de un denario de plata, emitido entre los años 89 y 90 antes de Cristo. También restos de trabajos artesanos, prueba de que los legionarios viajaban con un hombres capacitados para arreglar sus armas. Muestra de que allí, a 1.500 de altitud, se estableció una formación militar de envergadura.
La investigación quedó coja. Una parte del recinto no pudo excavarse, al estar en territorio leonés. Este verano, los arqueólogos podrán conocer la otra vertiente del recinto con la colaboración de la Junta de Castilla y León. El gobierno leonés y el Ayuntamiento de Villamanín aportarán 6.000 euros para la investigación, que incluirá desbroces y detección de metales. En Asturias aún no hay respuesta con fecha, aunque existe "un compromiso firme" con el enclave. Será necesario seguir investigando el recinto para conocer la fecha exacta de su construcción, su relación con Curriel.los y el papel que jugó en la romanización de Asturias.
