La crisis sigue haciendo daño en las familias y, lejos de mejorar, los datos que ofrecen las organizaciones sociales no son nada alentadores. El Arciprestazgo de Cáritas en el Caudal presentó ayer su balance de actividad en 2015, ejercicio en el que ayudó a un 3 por ciento más de familias que en el año anterior, lo que supuso que la ayuda prestada por el colectivo llegase a 1.255 personas de los municipios de Mieres, Aller, Lena, Riosa, Morcín y Ribera de Arriba.
Durante el pasado año, los 150 voluntarios con los que Cáritas cuenta el Caudal tuvieron que hacer un esfuerzo extra para atender a las 427 familias que pasaron por sus dependencias. De ellas, 115 unidades familiares llegaron por primera vez a los centros, aunque sustituyeron a otras que salieron de su difícil situación .
El Arciprestazgo de Cáritas en el Caudal destinó 85.425 euros en ayudas para la alimentación. Los responsables del colectivo aseguraron que durante este último año, la inversión por familia se incrementó en este aspecto. Otro de los factores en los que también aumentó la demanda fueron las prestaciones para cubrir necesidades relacionadas con la vivienda. En 2015, 42 familias pidieron colaboración, lo que supuso un 26% más que en 2014. De ellas, 33 familias solicitaron ayuda para el pago de suministros, lo que conllevó una inversión de 4.711 euros. Por otra lado, otras 9 familias reclamaron cobertura a Cáritas para alquileres y otros gastos, lo que supuso 2.789 euros.
Además, 8 familias pidieron ayuda para cubrir los gastos relacionados con material escolar y libros de texto (726 euros). En relación a las ayudas relacionadas con la salud se apoyó a 9 familias invirtiendo, 3.913, 25 euros, lo que supuso un incremento de 64% sobre el año 2014.
Cáritas destacó que para llevar a cabo sus programas de acompañamiento y ayuda cuenta con dos grandes ayudas, por una parte, la de los voluntarios y socios, y por otra la de los donantes, que con sus aportaciones hacen posible el desarrollo de actividades.
