En Mieres, el sector del metal ha emergido con 1.200 puestos de trabajo por la implantación de Thyssenkrupp y de Rioglass, principalmente. En Morcín el polígono de Argame, según los datos que maneja el gobierno local, está al 80 por ciento de su ocupación. Asturiana de Laminados (Asla) ha conseguido levantarse y trotar con decisión, casi galopar, por entre los escombros de la reindustrialización. Desde su factoría de Villallana exporta a 36 países, con 26.000 toneladas de producción prevista para este año.
La multinacional alemana PMG invirtió hace unos meses más de 11 millones de euros en su planta de Baíña para aumentar la capacidad de producción de piezas de precisión para el sector del automóvil. Son algunos ejemplos de los nuevos cimientos empresariales del territorio. Pero también se pisan muchas ciénagas industriales. Diasa Pharma o Kerkus Metals son dos de las muchas firmar que han desaparecido en los últimos años. Un emblema del entramado industrial de la comarca, como es Mieres Tubos, antigua Perfrisa, se tambalea desde hace dos años.
La sociedad civil del Caudal tiene fama de no ser tan activa como la del Nalón. Puede ser así, pero desde hace un tiempo se perciben movimientos. El aprovechamiento de los recursos forestales de la comarcal del Caudal está generando enormes expectativas. La asociación "El Maeral", que a finales del pasado verano contaba con algo más de 200 socios, ha mantenido durante los últimos meses numerosas reuniones informativas en los diferentes concejos para dar a conocer sus iniciativas.
Resultados
Los resultados han superado las previsiones. La cifra de adscripciones a la futura cooperativa y banco de tierras, a falta de su concreción administrativa, ya supera las 800 solicitudes. A estas alturas, los responsables de la plataforma ven perfectamente viable que el proyecto termine movilizando a un millar de propietarios y vecinos interesados en explotar los recursos forestales de la zona.
Es una evidencia cuantificable que la comarca del Caudal ha retrocedido en los últimos veinte años. Queda por saber ahora si el paso atrás puede servir para coger impulso. Terreno para avanzar hay.
