Los valles mineros tienen mucho potencial para su desarrollo turístico ligado al entorno natural, pero aún no ha sabido explotarlo. Esa es la conclusión a la que llegaron ayer los ponentes que participaron en el acto que el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas organizó en la Casa de Cultura de La Vega, en Riosa, enmarcado en las celebraciones del veinte aniversario de la edición de los valles mineros. Ricardo Vázquez Montoto, coordinador del club en el Caudal, dirigió el coloquio en el que participaron el exciclista Benjamín Noval; la montañera Rosa Fernández; el presidente de la asociación hostelera "Asturcentral", Luis Núñez; el director de la estación de Valgrande-Pajares, Felipe García Pertierra; y el presidente de la Federación de Montaña, Juan Rionda. Entre los asistentes a la Casa de Cultura destacó también la presencia de la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, junto a varios miembros de la corporación riosana.

El director del complejo invernal lenense rompió el hielo resaltando "el potencial natural que tienen todas las cuencas mineras, gozamos de zonas envidiables para muchos, cualquiera que venga a Asturias queda enamorado de lo verde, de la cercanía del mar y la montaña, pero no lo estamos sabiendo aprovechar como se debería". En este aspecto, García Pertierra destacó que "no tenemos medios ni iniciativa, no sólo desde el punto de vista público, también el privado". Algo que también destacó la montañera Rosa Fernández, quien apreció que "hace falta una unión, no podemos vender únicamente el Angliru, sino que hay vender la Montaña Central en su conjunto". Por eso, la deportista abogó por "ofrecer paquetes, hacer cosas combinadas que están funcionando fuera de nuestras fronteras, dormir un día en Oviedo, pero marchar al día siguiente en bicicleta para hacer el Angliru y quedarte a descansar en Riosa".

Las propuestas de Rosa Fernández fueron recibidas de buen grado por el presidente de "Asturcentral", quien destacó que, en la actualidad, "sí se llevan a cabo algunas iniciativas, aunque quizá hay que extenderlas al resto de los valles mineros". Aquí Núñez hizo referencia a la marca "Lena destino ciclista" o a los parques de ecoturismo que ofertan sus establecimientos que consisten en ofrecer alojamiento y rutas guiadas a la vez. "Es verdad que hay mucho turismo deportivo, pero en muchas ocasiones se alojan en la capital o en Gijón porque las comunicaciones son mejores que las nuestras, por eso tenemos que darle al turista algo distinto". Una idea, como destacó Benjamín Noval, podría ser que "que el turista de la bicicleta venga hasta la zona y haga la misma etapa que se hace en la Vuelta Ciclista a España", destacando que "muchas etapas acaban en las Cuencas, en Cotobello, La Cobertoria o el Angliru". El exciclista se fijó en las Islas Baleares, "que es un destino clave para el turismo en bicicleta, un turismo, además, que da mucho dinero, aquí hay potencial para trabajar en ello, aunque faltan cosas y es que, por ejemplo, hay muy pocos hoteles adaptados para los cicloturistas". Aspecto que también remarcó Rosa Fernández, asegurando que "en más de una ocasión he llegado a un establecimiento con mi bicicleta, la he apoyado en la pared y han salido para decirme que molesta, así no se hacen las cosas".

Por su parte, el presidente de la Federación de Montaña hizo hincapié en la necesidad de una "unión" entre los concejos mineros. Rionda rememoró sus años como alcalde de Morcín y relató una anécdota ocurrida durante un encuentro de los regidores de la comarca. "El entonces alcalde de Aller, Gabriel Pérez Villalta, se vanagloriaba de haber asistido a una feria de turismo en Londres donde se habían gastado dos millones de pesetas, al año siguiente nos volvimos a reunir y nos confirmó que no había servido de nada, que no habían tenido turistas ingleses, así que empezamos a pensar en común sobre cómo potenciar el turismo, de ahí nació el consorcio de la Montaña Central", explicó.

Juan Rionda defendió esa unión mancomunada, "un modelo consolidado en el que se ofrece montaña, senderismo, ciclismo, gastronomía, patrimonio e historia". Modelo que, como apuntó Rionda, surgió en un principio sin la cabecera comarcal, Mieres, "que se unió a los tres años al ver que estaba funcionando". Años después, el consorcio derivó en una oferta mayor, no ligada únicamente al turismo, sino que también se ha abierto a otras cuestiones de interés para la ciudadanía del Caudal.