El Ayuntamiento de Langreo estudia ceder suelo público para la instalación de ascensores exteriores en bloques de viviendas. La medida busca dotar de elevadores a edificios antiguos del casco urbano, que no disponen de espacio suficiente en sus zonas comunes para ejecutar ese tipo de obras. En muchos de estos inmuebles residen personas de edad avanzada y con movilidad reducida, para las que el ascensor supone un recurso primordial en la mejora de sus condiciones de vida. "Sin ascensor, esas casas se convierten en cárceles que están llevando a muchas personas a buscar una nueva residencia en otro concejo", indicó el alcalde de Langreo, Jesús Sánchez.
La zona en la que se ha fijado el gobierno local para poner en marcha la medida es el bloque de viviendas ubicado en la calle Francisco Ferrer, en el tramo comprendido entre las calles Matías Fernández Bayo y Julián Duro. "Es una actuación compleja, no sólo por las dificultades administrativas que entraña la cesión de suelo público sino por las propias limitaciones de espacio que hay en la zona", argumentó el regidor langreano, para añadir a continuación: "Sabemos que es una medida controvertida que puede ocasionarnos críticas, pero la prioridad es mejorar la calidad de vida de los vecinos". Los ascensores se colocaría en la acera que da a la zona de Valnalón, donde actualmente se desarrolla la obra de soterramiento.
Sánchez esgrimió que existen razones "de tipo social y de tipo demográfico" para impulsar la actuación. "El hecho de no disponer de ascensor limita mucho a la gente mayor, las viviendas se convierten en unas cárceles para ellos si viven en un tercer o un cuarto piso. Después está el tema demográfico; algunas de las personas que puede permitírselo deciden cambiar de residencia a otra que tenga ascensor y muchos no se quedan en el concejo, sino que se van a Oviedo o Gijón. Tenemos que hacer lo posible para tratar de solucionar ese problema", indicó.
La contribución del Ayuntamiento consistiría en la cesión de suelo público y en estudiar la posible introducción de alguna exención de tasas de obra. La inversión deberían afrontarla las propias comunidades de vecinos, aunque existen líneas públicas de subvención para beneficiarse de este tipo de proyectos. Si la medida cuaja, se estudiaría extenderla a otras zonas del concejo. En Riaño ya fue acometida años atrás con éxito.
