El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, mantuvo ayer en Mieres su apuesta definitiva por la dinamización del campus de Barredo con la misma ilusión que tuvo su impulsor, el fallecido Julio Rodríguez. Tal es su apuesta, que el rector aseguró que su intención era "llegar a 3.000 alumnos al final del mandato". Un compromiso que trasladó al propio presidente del Principado, Javier Fernández, y al que aludió ayer durante la celebración del acto con el que el club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas celebraba el XX aniversario de la edición. Junto a él, también se sentaron en la mesa la directora de la Escuela Politécnica de Mieres, Asun Cámara; el director del Indurot, Jorge Marquínez; el director del CeCodet, Fermín Rodríguez; y María González, representante del alumnado en la junta de escuela de la Politécnica de Mieres. Moderó el coloquio Ricardo Montoto, coordinador en el Caudal del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas, ante un público en el que se encontraban, entre otros, el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, y representantes del movimiento social y cultural de la villa.

Llegar a los 3.000 alumnos, teniendo en cuenta que el campus cuenta en la actualidad con 700, no parece una tarea fácil. Sin embargo, García Granda defendió que "hay que tener ideas para sacar adelante este recurso e incentivarlo". El rector abogó por una "discriminación positiva" con el campus: "No puede tratarse igual que a la Facultad de Química o al campus del Cristo, no es lo mismo, tenemos que ser capaces de tener financiación y planes diferentes para Mieres". Entre las ideas del máximo responsable de la entidad académica se encuentra el transporte universitario, que consideró "fundamental", la atracción de estudiantes foráneos y potenciar la investigación. Sobre esto último, García Granda manifestó que "todos los programas del Principado en investigación pueden tener una parte directa en el campus, que haya un tanto por ciento que esté en Mieres". Destacó, además, que "hay que hacer que las titulaciones sean más atractivas y que los profesores estén fijados en Mieres".

No defendió el rector la histórica reivindicación de traer a Barredo la Escuela de Minas. "No resolvería problemas y quizá cree un conflicto más grande", subrayó. Y destacó que "lo que hay que tener es unos planes y poner unos recursos, abrir las instalaciones deportivas el fin de semana, traer algún equipo de fútbol para que entrene o cualquier actividad de extensión universitaria que organice la Universidad".

En cuanto a las titulaciones, la postura de García Granda no varió mucho con respecto a la campaña rectoral. "No abogo por nuevas titulaciones, quizá sí una escuela de doctorado, lo que tenemos que hacer es potenciar lo que tenemos, apostar por programas específicos para Mieres para que los que vengan no lo hagan por vocación, sino por interés, y se puedan integrar en las titulaciones", destacó. Sobre el máster de Caminos, el rector se comprometió a "luchar" para que se pueda impartir en el mes de octubre. "Sé que está muy cerca su aprobación final y va a tener el apoyo de la Universidad, eso significa que iremos a Madrid para defenderlo, algo que no se ha hecho hasta ahora".

La intervenciones del rector y del resto de ponentes fueron complementadas en más de una ocasión por el público presente, que lanzó sus propias demandas. Así, el alcalde de Mieres lamentó la fuere inversión económica que se hizo en el campus "cuyo desarrollo fue abandonado por diferentes estamentos de la Universidad". Aníbal Vázquez criticó que el edificio de investigación esté casi sin ocupación y que "haya gente desde Oviedo poniendo la zancadilla". Otro de los presentes se alzó como portavoz del sentir vecinal defendiendo el transporte universitario o el máster de caminos, asegurando que estaban dispuestos "a salir a la calle". Tampoco faltaron propuestas para nuevas titulaciones.