Hunosa pondrá fin a sus alquileres de saldo. La empresa pública cobra una media de 3,69 euros por cada uno de sus pisos en régimen de renta, tal y como ha reflejado un inventario elaborado por los técnicos de patrimonio de la empresa pública. El precio más alto es una renta de 37,55 euros al mes. Una auténtica fortuna frente a la vivienda más barata, con una renta de seis céntimos mensuales. Y sin cargas, porque la empresa, en la mayoría de los casos, se ocupa del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y los gastos de comunidad. La hullera pública "revisará" los precios y los adaptará a la legislación vigente y la realidad actual. Eso sí, afirma que mantendrá el "carácter social" que siempre han tenido las viviendas de Hunosa. Los responsables de la empresa pública anunciaron también que emprenderán acciones legales si descubren algún caso de subarrendamiento.

Los bienes inmuebles de Hunosa no resultan rentables y no lo serán después de la revisión, ya que el incremento del precio del alquiler está sujeto a una serie de cláusulas legales. La valoración de la hullera pública, de la que sale la media de 3,69 euros por alquiler, es una segunda fase del plan que puso en marcha la empresa para reducir las cuantiosas pérdidas económicas por el mantenimiento de su gran patrimonio.

Primero fue la enajenación de inmuebles. Hunosa se centró, antes de atender a los alquileres, en la venta de las casas que tenía vacías. Con esa operación, que se alargó durante meses, lograron formalizar sesenta y nueve transacciones. En sólo cinco meses, la hullera vendió dieciocho inmuebles en Langreo, Laviana, Mieres, Morcín, Siero, San Martín del Rey Aurelio, Aller, Oviedo y Riosa. Luego sacó una nueva remesa, que también ha enajenado en unos meses. La hullera pública también consiguió vender una de las seis casonas que tenía en propiedad. Se trata de las antiguas escuelas de Levinco, en el concejo de Aller, situadas en una finca de 1.000 metros cuadrados. La cuantía por la que se adquirió la casona no se hizo pública, pero el precio de las viviendas rondó los seis mil euros.

Precios sociales que Hunosa mantendrá ahora con los alquileres, pero dentro de la realidad económica actual. De los 124 pisos en alquiler que Hunosa ha revisado en las Cuencas, el IBI únicamente repercute en veinticuatro viviendas y sólo cinco vecinos pagan los gastos de comunidad. Una de las posibilidades que valoran los responsables de Hunosa es ofrecer la casa en venta. La empresa estatal se ha comprometido a mantener los precios que se han manejado hasta el momento: entre cinco mil y siete mil euros por vivienda. El resto de opciones para los inquilinos aún están en manos de los técnicos de patrimonio de la empresa estatal.

Fraude

Los alquileres de las casas de Hunosa son un mal negocio para el arrendador, pero pueden resultar una ganga para el inquilino. La compañía sospecha de la existencia de subarrendamientos con sus casas en las Cuencas mineras. Esto es, beneficiarios de inmuebles en régimen de alquiler que realquilan la vivienda a un precio mucho más alto. Es por esto que la empresa iniciará un proceso para determinar la identidad de los verdaderos inquilinos de cada inmueble y, en el caso de encontrar fraude, emprenderá acciones legales. Los interesados en informarse sobre el proceso de revisión del alquiler de los pisos pueden contactar con Hunosa en el teléfono 985107235.

La mayoría de las casas que se han inventariado están en barriadas de los valles del Nalón y el Caudal. Barrios en los que la empresa adquirió casas en los años de esplendor del sector extractivo, para garantizar viviendas dignas y a un precio asequible para sus trabajadores. Eran unas rentas bajas para dar acceso a la vivienda a los obreros de entonces, pero los precios no se revisaron en años. Fuera de las barriadas, sólo hay algunas casas únicas de planta baja y cuarteles.

Están repartidos por siete concejos, seis en los valles mineros. La mayor parte de los inmuebles están en Langreo, concejo en el que se han inventariado setenta y un pisos en alquiler. Veintiuno se encuentran en Mieres y trece en Laviana. Hay otros siete en Siero, cinco en Morcín y seis casas repartidas entre Aller y Riosa.