Don Quijote, cuando pasa por los colegios de Lena, habla en asturiano. La Biblioteca Pública del concejo ofrece a los escolares una nueva visión de la obra de Miguel de Cervantes. A través de un "Pasafueyes", una versión asturiana de los teatros japoneses kamishibai, ilustran y narran en la llingua las escenas más conocidas de la obra. La representación de ayer fue en el colegio Vital Aza de la Pola y los pequeños demostraron que, aunque aún no se han leído el libro, ya conocen muy bien la historia.

"¡Buah!, mira que caballo. Ye Rocinante". Fue la exclamación de Enol Souto, estudiante de segundo de Primaria, cuando vio la imagen del caballo de Don Quijote. Según explicó, conoce la obra de Cervantes porque le gustaba mucho una serie animada que se emitió por televisión y que estaba basada en las aventuras del hidalgo caballero. Y se sabe muchas escenas, como "cuando Don Quijote se pelea con molinos y piensa que son gigantes". ¿Por qué se volvió loco? "Por leer muchos cuentos", replicó, sin ninguna duda, Souto.

La portada del "Pasafueyes" es el principio de más de una hora de creatividad. Auri Villar e Isa Rodríguez, trabajadoras de la biblioteca, fueron las encargadas de narrar la historia. Se trata de una versión en asturiano de "Don Quijote en verso para niños" (escrito por la profesora María Domínguez Márquez), traducida por Alberto Rodríguez. Él es otro de los encargados de interpretar el "Pasafueyes" por las escuelas de Lena, pero ayer no pudo acudir por problemas de agenda.

El "Pasafueyes" tiene historia. La plantilla de la biblioteca decidió crear un kamishibai, con la ayuda del personal de Obras, para acercar la literatura a los más jóvenes del municipio. La primera vez que lo usaron fue para repasar la obra de Vital Aza. Un estudiante de Primaria les dio la idea de cambiarle el nombre: "Eso no es un kamishibai, eso se llama 'pasafueyes'". Y así se rebautizó, nuevo nombre tallado mediante.

El "Pasafueyes" se abrió ayer por primera vez en esta nueva iniciativa de la biblioteca, que coincide con la celebración del IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. Estos días se ofrecerá por los colegios de la Pola y, en junio, se trasladará al Colegio Rural Agrupado CRA-Lena (con la escuela principal en Campomanes). "Nos vamos con la sensación de que ha gustado mucho, los niños se involucran", destacaron Villar y Rodríguez a la salida del colegio Vital Aza.

Y así fue. La escena que más gustó en la clase fue la broma a Don Quijote y Sancho con el caballo Clavileño. Cada uno hizo su interpretación y la más acertada fue la de Ayelen Azaustre. La alumna, de siete años, afirmó que "lo que querían era que pareciese que el caballo volaba para que se asustaran Quijote y Sancho". El que supo el nombre del caballo de madera, una vez terminado el teatro, fue Pelayo Farpón. Hubo silencio en el aula desde el inicio de la narración: "Esta ye una hestoria de aventures / na qu'un fidalgo manchegu tornó la cordura en llocures".