El Ayuntamiento de Mieres convocará a la Federación de Vecinos de Mieres para analizar conjuntamente los problemas ambientales vinculados a la proliferación de antenas de telefonía móvil en el casco urbano. El vicealcalde del concejo, Manuel Ángel Álvarez, explicó ayer que los servicios técnicos municipales reclamarán información al Principado sobre los niveles de contaminación atmosférica que generan estas instalaciones. Además, también solicitarán datos a la gerencia del área sanitaria del Caudal sobre el grado de incidencia de enfermedades que puedan estar relacionadas con los campos magnéticos vinculados a las ondas.

La Federación de Asociaciones de vecinos de Mieres ha reclamado por escrito a los servicios municipales de Salud la elaboración, y posterior aplicación, de un estudio epidemiológico sobre las enfermedades derivadas de la contaminación atmosférica, sobre todo la generada por las antenas de telefonía móvil. El colectivo relaciona la proliferación de este tipo de instalación con un aumento de los casos de cáncer. Según un estudio interno realizado por la plataforma, realizado a través de una encuesta sobre una muestra de 500 vecinos, se han detectado hasta 30 tipos de enfermedades oncológicas que pueden estar vinculadas, en mayor o menor medida, con la contaminación de las ondas telefónicas. Casi la mitad de los participantes aseguraron tener alteraciones del sueño y un centenar afirmó sufrir problemas de origen nervioso.

El gobierno local atenderá la reclamación de los vecinos e intentará poner al día toda la información relacionada con esta problemática. Ahora bien, Manuel Ángel Álvarez quiso también tranquilizar a la ciudadanía: "Hay que actuar con cautela y sin generar alarmas infundadas. Por nuestra parte actuaremos con rigor técnico y científico". El Ayuntamiento está decidido a "tomar medidas", si la denuncia del movimiento vecinal está "debidamente fundada".

Las movilizaciones

La oposición ciudadana a la instalación de antenas de telefonía móvil en Mieres tuvo un pico de gran intensidad hace siete u ocho años, cuando se llegó a constituir una plataforma de afectados. Se organizaron diversas movilizaciones alguna de ellas, con una alta participación, pero el frente se fue poco a descomponiendo. La Federación de Vecinos ha retomado ahora las denuncias y lo ha hecho de forma enérgica.

El escrito remitido al Ayuntamiento por los vecinos es alarmante. Dice textualmente que, "durante los últimos meses, hemos venido detectando que muchos de los fallecimientos ocurridos en nuestro concejo han estado relacionados con diversos tipos de cáncer y enfermedades degenerativas en personas relativamente jóvenes, muchas de las cuales no superaban los 60 años". A partir de ahí, la Federación ha redactado un informe sobre la proliferación de antenas de telefonía móvil en el casco urbano. En total se han contabilizado 16 instalaciones de este tipo: "Se trata de una cifra que es una auténtica barbaridad, ya que cada una de estas antenas tiene una potencia que permite dar cobertura a 5.000 vecinos". El centro de la ciudad, donde se localizan estas torres, cuenta con poco más de 20.000 habitantes. Es decir, según los datos que manejan las asociaciones, la cobertura permitiría dar servicio a 80.000 personas, multiplicando por cuatro las necesidades del casco urbano. Siempre según los datos que maneja la Federación, las mediciones realizadas en interior de viviendas revelan unos niveles de intensidad de campo eléctrico de entre 1,5 y 4 V/m (voltio por metro), cuando el nivel de acción recomendado por varias organizaciones no oficiales es de 0,6 V/m.