Más de medio centenar de empresas germinaron el pasado año en el semillero de Valnalón. Las 53 nuevas sociedades (un 23 por ciento más que en 2014 y la cifra más elevada de los últimos cuatro años) se tradujeron en la creación de 68 puestos de trabajo. Pese a que la cifra global de proyectos tutorizados por los técnicos de Valnalón disminuyó en comparación con el ejercicio anterior (160 frente a 208) la tasa de éxito fue significativamente mayor en 2015. Casi cuatro de cada diez iniciativas que pasaron por el semillero (un 36 por ciento) cristalizaron en la apertura de una nueva empresa, cuando esa tasa había sido del 20 por ciento durante 2014 y del 11,5 en 2012. El 87 por ciento de las firmas son del sector servicios, con el comercio minorista a la cabeza, con un 37 por ciento.
"Entre las posibles causas de esta tendencia puede estar la mejora en la capacitación, un percepción de la coyuntura económica más optimista, al apertura de vías de acceso al crédito o el aumento en la confianza de que puede haber un mayor consumo", explicó Marta Pérez, gerente de Valnalón, entidad dependiente del Principado, para añadir a continuación: "Se han creado más empresas, aunque el número de proyectos ha sido menor. Quizá influye el hecho de que en años anteriores había más gente que acudía al autoempleo para sortear el paro, pero crear una empresa no era su primera opción. Ahora esto ha cambiado ligeramente porque hay más movimiento en el mercado por cuenta ajena".
Entre los promotores de nuevas empresas que pasaron por el semillero, en 2015, hay un 52 de hombres y un 48 por ciento de mujeres. La edad mayoritaria se sitúa en la franja de entre 25 y 50 años, aunque hay un aumento significativo del segmento de mayores de 50 años, que pasa a colocarse en el 14,2 por ciento en el caso de los varones y en 6 por ciento en las mujeres. Por niveles formativos, la estadística revela que un 46 por ciento de las personas que pusieron en marcha su empresa cuenta con estudios universitarios, un 38 por ciento con formación media y 16 por ciento con estudios básicos.
La nuevas empresas salidas del semillero dieron lugar a la creación de 68 puestos de trabajo, un 15 por ciento más que en 2014 y más del doble que en 2012. En el reparto por actividades, el 87 por ciento de las sociedades creadas se encuadran en el sector servicios, especialmente en el epígrafe de comercio minorista (37 por ciento), servicios financieros y empresariales (15 por ciento), educación (8 por ciento) y sanidad y servicios sociales (8 por ciento). Otro de los datos destacados es que por cada euro invertido en el semillero de proyectos de Valnalón han retornado a la sociedad asturiana 20,73 euros, en conceptos como licencias, cotizaciones sociales e impuestos directos e indirectos.
En el descenso de consultas totales (14,9 por ciento menos que en 2014) y usuarios de proyectos (un 19,9 por ciento menos) ha repercutido la baja de uno de los técnicos del semillero y también la percepción que los emprendedores tienen de la situación del mercado laboral y del marco económico en general. "Sigue existiendo una tasa elevada de personas en situación de desempleo, un 47 por ciento, entre los usuarios que acuden a valorar el emprendimiento como opción laboral, pero ese índice ha sido menor que en 2014, cuando llegó al 57 por ciento", expuso la gerente de Valnalón: "Esa perspectiva de mejoría en la situación profesional puede ser una de la razones en el descenso del 15 por ciento en el número de usuarios".
Uno de los pilares de la actividad del semillero en 2015 fueron las acciones de sensibilización y formación. En este último apartado se programaron 33 actividades, frente a las 18 de 2014. La causa principal, según Valnalón, fue la "creciente demanda formativa" por parte de los emprendedores en áreas de gestión empresarial muy especializadas como marketing, finanzas o comunicación comercial.
La estadística refleja el alto grado de satisfacción por parte de los usuarios. El índice de valoración, establecido en una escala del uno al cinco, arroja puntuaciones por encima del cuatro en todos los capítulos (utilidad global, utilidad de los servicios complementarios, mejora de la idea de negocio, correspondencia con lo comunicado, superación de las expectativas y recomendación a otros emprendedores).
