El cierre de los grupos de interior de la Hullera Vasco-Leonesa parece no tener vuelta atrás. Sin embargo, la falta de financiación para acometer los trabajos supone un escollo en el proceso. La centenaria compañía minera requiere de 20 millones de euros para cerrar las minas de forma ordenada, y los administradores concursales ya han iniciado los contactos con el Ministerio de Industria para que convoque, con la mayor brevedad posible, las ayudas destinadas a tal fin. Aún quedaría la bala de que un comprador se hiciera con los grupos de interior de la Hullera Vasco-Leonesa, posibilidad que a falta de unos días para la finalización del plazo de las ofertas se antoja prácticamente imposible.

Esos 20 millones, además de permitir un cierre ordenado de los pozos, también serían un balón de oxígeno para que la parte de la plantilla que no se puede acoger a las prejubilaciones o las bajas incentivadas, pueda seguir trabajando en las labores de desmantelamiento y seguridad de los pozos de la empresa mineral leonesa.

En apenas un par de semanas, se sabrá definitivamente si algún empresario se hace con los pozos de interior de la Vasco-Leonesa y revierte esta situación. Hubo interés de varias empresas, entre ellas la Unión Minera Asturias, una UTE con empresarios madrileños y asturianos, o de Minarsa, propiedad de Pedro Román López. Sin embargo, las duras condiciones impuestas por los administradores concursales, que exigían un aval de 72 millones de euros a cualquier candidato a hacerse con las minas, hacen casi inviable esta opción.

Caso distinto es el del cielo abierto. Al interés de Peal, uno de los mayores acreedores de la Vasco -que gestionaba esta actividad minera-, también se ha sumado el de Victorino Alonso, que hace unas fechas visitaba la gran Corta Pastora.