Las movilizaciones mineras de 2012 siguen llevando al juzgado a los trabajadores que participaron en ellas. El Juzgado de lo Penal 3 de Oviedo acogerá hoy la vista en la que la Fiscalía solicita la condena de cuatro acusados de cortar la autovía A-66 a la altura de Soto de Ribera, durante la protesta minera de junio de 2012, y de increpar y lanzar objetos a la Guardia Civil. Para cada uno de los encausados, el ministerio público pide un total de 4 años y medio de prisión.

En su escrito de acusación, la Fiscalía sostiene que, en la tarde del 4 de junio de 2012, los acusados, que formaban parte de un grupo de manifestantes con motivo de las movilizaciones de la minería, colocaron en la A-66, a la altura de la localidad de Vegalencia-Soto Ribera, unos troncos de madera que previamente habían descargado de un camión. Los troncos interrumpieron la circulación de la vía, dando lugar a incidentes y pequeñas colisiones de vehículos, cuyos propietarios renunciaron a cualquier indemnización.

Una patrulla de la Guardia Civil que acudió al lugar de hechos se sitúo sobre un puente próximo mientras se efectuaban las labores de limpieza de la carretera. Entonces, los acusados, que formaban parte del piquete, comenzaron a proferir todo tipo de improperios y a increpar a los agentes, lanzándoles rodamientos y tornillería con tirachinas, así como un dispositivo activado con una bombona de gas. Uno de estos rodamientos impactó en la mejilla izquierda uno de los guardias, ocasionándole una contusión facial de la que tardó en curar 5 días sin impedimento para sus ocupaciones habituales.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de desórdenes públicos, otro de atentado y una falta de lesiones. Para cada uno de los acusados se pide un año de cárcel por el delito de desórdenes, tres años y medio por el de atentado y una multa de 480 euros por las lesiones. Además, reclama que los acusados, de forma conjunta y solidaria, indemnicen al agente lesionado con 260 euros.