Llegaron a la Comisión Regional del Montepío para garantizar la representatividad de todos los mutualistas de CC OO, que tras el abandono del sindicato, se habían quedado huérfanos dentro de los órganos de dirección de la entidad. Lo hicieron, además, tras llegar a un acuerdo con el otro socio protector, el SOMA, que permitió su entrada. Sin embargo, este matrimonio ha durado solamente un año, y en puertas de la asamblea ordinaria que se celebrará a mediados de junio, los papeles de divorcio están sobre la mesa. Los ocho miembros del colectivo de mutualistas de CC OO en el Montepío de la Minería, encabezados por el histórico sindicalista Alberto Rubio, escenificaron ayer un alejamiento con el SOMA, y aseguraron que presentarán su propia candidatura en la próxima asamblea a la presidencia de la mutualidad. Además, este colectivo exigió un cambio estatutario dentro de la mutualidad, que permita adaptar el organismo a la realidad social del momento, en el que los trabajadores de la minería que son socios de la entidad cada vez son menos, ganando peso el colectivo de pensionistas.

Alberto Rubio, que ejerció de portavoz del colectivo, indicó que "durante ese año, no se han cumplido las expectativas con las que llegamos, salvo la mejora en la imagen y en las cuentas del Montepío, que ha ganado en credibilidad". Sin embargo, el portavoz de los mutualistas de CC OO aseguró que la otra parte del acuerdo alcanzado con el SOMA hace un año no se ha cumplido. "Planteamos una reforma estatutaria para que la entidad no sea el cortijo de nadie", afirmó, haciendo referencia a la central minera, único socio protector tras el abandono de CC OO de Industria. Rubio aseguró que sobre la reforma estatutaria, con la buscan, dijo, "ampliar y ajustar a la realidad la representatividad en los órganos de dirección del Montepío", solamente hubo "tres reuniones en un año, y cuando planteamos sobre la mesa nuestra propuesta, entonces se nos dice que no somos un interlocutor válido".

Para Rubio, el camino que debe seguir el Montepío es el de que cada mutualista tenga derecho a un voto en la asamblea, eliminando las prebendas que tienen los socios protectores. Además, explicó que la representatividad del colectivo viene dada por las elecciones sindicales en la minería, algo que a su juicio carece hoy de validez cuando según explicó "de los 12.000 mutualistas, solamente un 2 por ciento son mineros en activo, un 6 por ciento prejubilados y más de 90 por ciento son pensionistas".

También se refirió el portavoz de los mutualistas de CC OO en el Montepío a la reciente aprobación de las cuentas. Reconoció una mejora en el balance económico, aunque matizó que los números negros vienen dados por dos factores excepcionales. Por un lado, el rescate de un seguro pro valor de más de 230.000 euros. Y por el otro, que durante más de medio año se ahorraron las dietas de 8 miembros de la Comisión Regional, unido todo a la reducción de un 10% en los emolumentos de los trabajadores, incluido el presidente, que permitió también un ahorro en el gasto superior a los 130.000 euros. Sin embargo, y aunque "las cuentas están más fiscalizadas y controladas con nuestra presencia", Rubio explicó que se había optado por la abstención.

Por todo ello, Rubio explicó que salvo un acuerdo in extremis con el SOMA, el grupo de afiliados de CC OO va a presentar en la asamblea su propia candidatura con el objetivo de que nos de "ese cambio en los estatutos, un cambio integral para separar el Montepío solidario de sus empresas y que nos de una representación más ejecutiva dentro de la mutualidad". Representación que pasaría por recuperar los puestos que tenía el sindicato CC OO antes de su abandono, como el de vicepresidente.