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Los equipamientos deportivos invernales

La línea que aleja a San Isidro y Fuentes

Asturias y León suman ya nueve años de negociaciones infructuosas para unir las dos estaciones de esquí y llevar el tendido eléctrico al complejo allerano

La estación de San Isidro, en la temporada que acaba de finalizar. FERNANDO GEIJO

Dicen que hay una delgada línea entre el amor y el odio. En el caso de San Isidro y Fuentes de Invierno, o mejor dicho, de León y Asturias, esa línea es eléctrica. Un proyecto nacido para beneficiar a ambas administraciones, fundamentalmente, eso sí, a la parte leonesa. El proyecto que debería haber sido un motor de progreso y unión parece que ahora separa a las dos regiones, que llevan nueve años de negociaciones intermitentes y sin resultados. El problema fundamental, la financiación, parece lejos de arreglarse. Los sucesivos cambios de responsables políticos han ido variando también los planteamientos sobre quien y cómo iba a pagar el tendido, una cuestión que a día de hoy, con la línea eléctrica dando ya servicio a la estación de San Isidro y a las urbanizaciones adyacentes, sigue sin resolverse.

La necesidad de construir una línea eléctrica que sirviese para mejorar el suministro en el entorno de San Isidro surgió a principios de siglo. Por aquel entonces, coincidiendo con el "boom" de la construcción, se planteó un macro proyecto urbanístico en el entorno de la estación leonesa. Una gran urbanización de apartamentos que sumar a la existente, además de un spa, un campo de golf, un polideportivo y otra serie de recursos que pretendían hacer de la zona un referente en el norte de España. Para suministrar energía a todo ello era necesario construir una línea eléctrica. Además, también estaba la llegada de Fuentes de Invierno, una estación que nacía -y aún hoy mantiene- un suministro eléctrico a través de generadores de gasoil, por lo que tener cerca una línea eléctrica a la que engancharse sería un paso adelante.

Una vez redactado el proyecto, y con las obras en marcha, surgieron los problemas de financiación de un proyecto cuyo coste final se elevó a los doce millones de euros. En un principio, se habló de que la Diputación de León y el Principado de Asturias iban a pagar a partes iguales la línea. Posteriormente, se introdujo un nuevo reparto, que hablaba de un 60-40, asumiendo la mayor parte del coste el gobierno leonés. Sin embargo, esas conversaciones o borradores nunca se llegaron a firmar, algo que confesaron recientemente tanto el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, como el Consejero de Educación del Principado, Genaro Alonso.

Poco a poco, los trabajos fueron llevándose a cabo y en 2012 se inauguraba la línea eléctrica, que finalmente fue costeada por León, que cedió la línea a Iberdrola, con la que firmó un convenio de resarcimiento por el que cualquier persona o entidad que quisiese engancharse debía de pagar un canon a la Diputación.

Y ahí es donde Asturias tiene ahora la sartén por el mango. Y es que para electrificar Fuentes de Invierno, Asturias solamente necesita 1 megavatio de potencia, lo que supondría pagarle a León 1,5 millones de euros. Sin embargo, el gobierno leonés sigue encerrado en que hubo un acuerdo verbal sobre pagar a escote el tendido, y no se conforma con menos de 4,5 millones, o lo que es lo mismo, la contratación de tres megavatios de potencia que Fuentes de Invierno no necesita.

Ambas administraciones han quedado emplazadas a una reunión en el Principado para seguir trabajando en un acuerdo que deje satisfechas a las partes. Aunque Asturias no está por la labor de pagar por un servicio que no va a utilizar, ni a corto ni muy probablemente a medio plazo. Incluso si se instalara a futuro un sistema de innivación artificial, no haría falta tanta energía.

El problema de la falta de acuerdo sobre la línea es que pone en riesgo la unión tanto administrativa como física de las estaciones asturianas y leonesas. Y es que de una posible unión de San Isidro con Fuentes de Invierno saldría el mayor complejo de la Cordillera, llegando a competir con grandes estaciones del país. Sin embargo, la Diputación de León lo condiciona todo a un acuerdo sobre el tendido.

De llevarse a cabo la unión de las estaciones, San Isidro-Fuentes estará, en superficie máxima esquiable, al nivel de Candanchú (50,06) o Astún (50 kilómetros). Solamente se vería superada por los grandes complejos del Pirineo Catalán y por Sierra Nevada. Así, el ranking de estaciones por superficie esquiable quedaría encabezado por Formigal-Panticosa (176 kilómetros), Baqueira-Beret (146 kilómetros), Sierra Nevada (105), Cerler (79), La Molina (61). Tras ellas iría San Isidro-Fuentes de Invierno. La unión permitiría un notable aumento de los usuarios, ya que según los expertos no solo sumaría los visitantes de ambos complejos, sino que también atraería a más deportistas por sus dimensiones. Contando con que la pasada temporada fue muy mala por la ausencia de nieve, una unión de Fuentes y San Isidro hubiera superado los 117.000 deportistas. Un año antes fueron 172.000.

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