Una treintena de miembros de la familia Cereceo, de Riosa, se reunieron días atrás en Ablanedo -en la foto- para continuar manteniendo sus vínculos. El mayor, Silvino Álvarez, tiene 93 años y está en plena forma. Se trata de una familia que estuvo muy ligada a la minería, donde trabajaron sobre todo en el pozo Monsacro, antes Minas de Riosa. En el transcurso del encuentro, que incluyó una comida contundente en el único bar que hay en Ablanedo, que es de uno de los primos, fueron surgiendo poco a poco recuerdos y muchas anécdotas. Pero, sobre todo, lo que más valoró la familia Cereceo fue que siguen muy unidos, y como todos disfrutaron del encuentro acordaron que habría que repetirlo el próximo año, y así lo harán.