El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, tiene previsto convocar en breve al órgano director Consorcio de la Montaña Central, organismo que él preside. En la reunión, el principal punto a debate será analizar los problemas derivados de la falta de iluminación que sufren los túneles de la vieja carretera de Castilla, la N-630. La citada plataforma comarcal tiene previsto solicitar tanto a la Demarcación de Carreteras el desarrollo de un proyecto que permita mejorar la seguridad en las citadas galerías, actuación que los alcaldes consideran prioritaria debido al riesgo de accidente, en especial, por la constante amenaza a la que están expuestos los numerosos ciclistas que utilizan esta calzada. El mayor obstáculo a salvar será el alto coste de la actuación. Delegación de Gobierno sostiene que iluminar los túneles de la carretera que une Mieres y Oviedo costará más de 700.000 euros.
Delegación le pone pegas a la reivindicación de los ayuntamientos del Caudal, que ahora han subido el tono de una exigencia que lleva años sobre la mesa. El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, ha sido siempre el más crítico con el estado en que se encuentran las galerías, con zonas ciegas en la que visibilidad es prácticamente nula a plena luz del día. Delegación de Gobierno le ha comunicado que solucionar estas deficiencias conllevaría una inversión de 700.000 euros. Álvarez Barbao se muestra sorprendido por el alto coste del proyecto, pero no entra a valorarlo: "No entramos en si el dinero necesario es mucho o poco, lo que sostenemos es que hay peligro de accidentes y, por lo tanto, es necesario tomar medidas", señaló el regidor socialista.
Las quejas sobre el peligroso estado de la N-630 en el tramo que transcurre entre Mieres y Morcín llevan tiempo escuchándose. Para atenderlas, en 2011, el Ministerio de Fomento anunció que estaba redactando el proyecto para mejorar la iluminación de los túneles. Así había respondido el Gobierno central al incremento de tráfico de cicloturistas en la vía ya que, además de comunicar Oviedo y Mieres, es el principal acceso para llegar hasta la subida al Angliru, el gran puerto ciclista de la sierra del Aramo. El entonces delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, también aseguró que estaba lista una mejora en la señalización. El tiempo pasó sin que llegaran las obras.
