La Asociación Nacional de Animales con Derecho y Libertad (Anadel) planea recurrir la sentencia que condena a tres meses de prisión al hombre que en agosto de 2014 circuló en coche por El Entrego con su perro atado a la parte trasera del vehículo. El fallo del juzgado de lo Penal de Langreo establece también que el acusado debe hacer frente al pago de unos 7.000 euros para compensar a Anadel por los gastos veterinarios ocasionados y la estancia del animal en un albergue canino. J. M. C. A. podría evitar el pago de esa indemnización si renunciase a la propiedad del animal en favor de la asociación, según la sentencia.

Los hechos tuvieron lugar el 8 de agosto de 2014, cuando el acusado trataba de llevar a su perro, un mastín de menos de un año, desde el barrio de San Vicente a una clínica veterinaria de El Entrego, situada a 1,5 kilómetros aproximadamente, para ponerle unas vacunas. Según declaró el hombre, que había sufrido un ictus poco antes del suceso, fue incapaz de subir al animal al vehículo, por lo que optó por amarrarlo con una cadena a la parte trasera de su vehículo. El perro sufrió múltiples heridas, entre ellas importantes abrasiones en las almohadillas plantares. El fiscal había solicitado 10 meses de prisión para el hombre, mientras que la acusación particular, ejercida por la asociación Anadel, elevó la petición de cárcel a los 12 meses. La defensa reclamó la absolución de dueño de "Tom", rebautizado como "Nalón" por Anadel cuando se hizo cargo de forma provisional de la custodia del animal,

La sentencia explica que el acusado sometió al perro "a un traslado con grave riesgo para su vida" y que el ictus sufrido poco antes por el hombre "no acredita que tuviera un trastorno o alteración psíquica de tal gravedad que le impidiese conocer el alcance de sus actos". El fallo fija una pena de tres meses de prisión y una inhabilitación de un año para ejercer oficio, profesión comercio relacionado con animales. También se condena a J. M. C. A. a pagar a Anadel a 4.676 euros por los gastos veterinarios y las estancias en diferentes residencias caninas, una cantidad a la que habría que sumar 250 euros mensuales por la manutención y cuidado del animal, desde octubre de 2015 y hasta que el perro le sea devuelto definitivamente a su dueño. Ahora ya ronda los 7.000 euros

El juez expone que la petición de Anadel de hacerse cargo de la custodia definitiva del animal para darlo en adopción no es algo "oportuno", al tener el animal el chip "a nombre del acusado". Según la resolución judicial, el perro "habría de ser devuelto a su titular", salvo que J. M. C. A. "renunciase a recobrarlo, con la consiguiente liberación del abono de la responsabilidad civil".

Albina Flórez, la abogada que representó a Anadel como acusación particular en el proceso, indicó que "tenemos la intención de recurrir" aunque primero se solicitará al juez "una aclaración de la sentencia". "Por un lado se habla de devolver la custodia del animal al acusado y por otra de una inhabilitación de un año; es algo que queremos aclarar", expuso Flórez, para añadir a continuación: "La idea de recurrir porque entendemos que la pena de cárcel de tres meses es corta; si los vecinos no intervienen no sabemos lo que habría pasado con el animal; no hubo arrepentimiento sino que en el juicio declaró que atar el perro al coche era algo de lo más normal".

La letrada también insistió en que, a juicio de la acusación particular, J. M. C. A. debería "asumir los gastos" y ser privado "de la custodia del animal".