Victorino Alonso no está dispuesto a pagar los 46 millones de euros a Hunosa por el caso del carbón desaparecido tal y como ha ratificado el fallo de la Audiencia Provincial de Oviedo. Al menos, eso se desprende del comunicado enviado ayer por su empresa Uminsa, en el que se hacen dos matizaciones: la primera, que Coto Minero Cantábrico es ya ajena al grupo Alonso; y la segunda, que Uminsa, pasaría a estar sujeta a una quita que la dejaría en la obligación de abonar solo 8,4 millones. Además, el empresario leonés tiene previsto recurrir la sentencia de la Audiencia ante el Tribunal Supremo.
Desde Unión Minera del Norte, empresa de Victorino Alonso, se asegura que no deberán pagar los 46 millones. Textualmente, se indica en el comunicado que el empresario leonés quedó "expresamente exonerado de toda responsabilidad en resolución judicial firme por este mismo asunto hace más de dos años, ni su Grupo Empresarial, deberá pagar 46 millones de euros a Hunosa". Basan esta tesis en dos aspectos. Por un lado, señala Uminsa, "Coto Minero Cantábrico es una empresa en liquidación totalmente ajena a este Grupo y por tanto su condena de 18,6 millones de euros le es igualmente ajena". Empresa que sí perteneció a Victorino Alonso y que seguía activa en el momento en el que se produjo el Almacén Estratégico de Carbón y la denuncia de Hunosa.
Uminsa afirma que CMC está en la situación de liquidación "entre otros motivos debido a la pertinaz actuación de Hunosa que condujo -en clara coordinación con el Gobierno de la nación- primero al concurso de la sociedad y posteriormente a su liquidación, lo que le impedirá -suponemos- hacer frente al pago de cantidad alguna".
Uminsa también hace referencia a su condena de 28 millones de euros. Primero, precisa que la sentencia es recurrible ante el Tribunal Supremo, derecho que ejercerá. Y, posteriormente, afirma el comunicado, cuando la condena sea firme "se convertirá en una deuda concursal sujeta a la misma quita y espera del resto de acreedores". Es decir, "que tras una quita del 70%, se convierte en una deuda de 8,4 millones de euros pagaderos en 5 años tras un periodo de espera previo de 2 años más". En paralelo, asegura la empresa de Alonso, "el carbón que Uminsa había puesto a disposición de Hunosa para el cumplimiento de los contratos y que ésta rechazó -de manera incomprensible- quedará a beneficio de la compañía".
Estas aclaraciones, señala el grupo Alonso, "dan una idea del despropósito que se esconde detrás de las actuaciones de Hunosa, con el resultado por una parte de las pérdidas multimillonarias irrogadas a la empresa pública que se pueden deducir de los datos expuestos y, por otra, de la quiebra de las dos mayores empresas productoras de carbón de España, resultado este último que sin duda era el verdadero objetivo de Hunosa". Y agrega que " semejante nivel de incompetencia no es creíble, ni tan siquiera entre gestores provenientes del sistema de puertas giratorias". Por último, afirma que "la sentencia condena de Hunosa por incumplimiento contractual, al haber activado las garantías pignoraticias de los contratos en el año 2012 y reserva a Uminsa el derecho a reclamar los daños y perjuicios que ello les pueda haber irrogado, lo cual se propone hacer tan pronto como la sentencia sea firme".
