Son los premios más humanitarios. Galardonan a aquellos que destacan por su labor solidaria y a los que sobresalen por su trabajo en el mantenimiento de las tradiciones asturianas. La Sociedad Los Humanitarios de San Martín entregó ayer la "Espiga de Escanda de Oro a la tradición" al llanico Toño Anca. El "Colmena de Oro a la Solidaridad" fue para la Cocina Económica de Oviedo. Recogió el galardón el presidente, José García-Inés. "No es casualidad que su labor sea reconocida, sus esfuerzos en los distintos campos en los que trabajan y sus años de dedicación, son ejemplos donde la sociedad debería mirarse", afirmó la presidenta de Los Humanitarios, Esperanza del Fueyo, en el discurso de apertura.

Toño Anca lleva más de treinta años recuperando el patrimonio documental de Llanes. "Es autodidacta, generoso y desinteresado", señalaron los miembros del jurado del premio. De forma desinteresada, ha rescatado retazos de la historia de las veintiocho parroquias de Llanes y está al servicio de los 14.000 habitantes del concejo. "No esperaba para nada este premio, es un honor muy grande", aseguró el galardonado. Desde su punto de vista, el "Espiga de Escanda de Oro" es "una distinción para todos los que reivindican que la cultura no sea el vagón de cola, que tenga el lugar que le corresponde".

Premios humanitarios que generan una "cadena" de colaboración social. Según del Fueyo, "el primer eslabón es cuando una o varias personas tienen conocimiento del trabajo de un vecino o conocido y reconocen esa labor como muy positiva y determinante para el entorno donde la desarrollan, y toman la decisión de preparar una propuesta". El siguiente paso, añadió la presidenta, es hacer llegar a la Sociedad Los Humanitarios esa candidatura. Este año, los jurados decidieron entre veintiuna propuestas.

Estuvo reñida la decisión para el "Espiga de Escanda de Oro" y también fue dura la deliberación para el "Colmena de Oro". Ganó la Cocina Económica de Oviedo, por su centenaria labor en la ayuda de los que más lo necesitan. Con el pilar de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, sirve a diario 350 comidas y cenas a personas sin recursos. José García-Inés recogió el premio, pero dejó claro que "es una distinción para todos los que hacemos la Cocina Económica, para esos voluntarios que tanto dan a cambio de nada". También de entidades y particulares que aportan ayudas, para hacer posible "el milagro" de la Cocina Económica. La Medalla de Honor fue para el "Moto Club Cuenca Minera de Aller".