La antigua fábrica siderúrgica de Duro en La Felguera se ha transformado en una pujante ciudad industrial y tecnológica que ya da empleo a más de 1.300 personas, medio millar más de las que tenía la vieja factoría cuando echó el cierre. Las firmas tecnológicas instaladas en el recinto, con la multinacional francesa Capgemini e Informática El Corte Inglés a la cabeza; las pequeñas firmas ubicadas en las oficinas y las naves de alquiler impulsadas por Valnalón; y las industrias del polígono que rodea el centro de empresas han convertido a esta zona de Langreo en uno de los principales polos de actividad de la comarca.

En concreto, la centenaria fábrica de Duro, transferida a Ensidesa en 1967, contaba con unos 800 trabajadores en el momento en que cesó la actividad, en el año 1984. No faltaron entonces las voces que sugerían demoler todo el complejo para dar cabida a un nuevo urbanismo. Afortunadamente, esa propuesta no prosperó y en lo que hoy es Valnalón no sólo se ha conservado un notable conjunto de arquitectura industrial del pasado siglo sino que se ha generado un potente foco de expansión económica, apuesta por los emprendedores y de creación de empleo.

En esa tendencia tiene mucho que ver Capgemini. La planta de software de la compañía francesa en la ciudad tecnológica de Valnalón ha llegado ya a los 800 puestos de trabajo y la previsión de los responsables de la firma es "seguir creciendo" en las instalaciones de Langreo a lo largo de este año. La multinacional llegó a Asturias en 2005 con la previsión inicial de alcanzar los 300 empleos, una meta que ya ha rebasado ampliamente. Actualmente tiene en plantilla a 800 personas repartidas entre tres espacios diferentes: el edificio Incuvatic 2 (ocupado en su totalidad por Capgemini), Incuvatic 2 (el antiguo telecentro) y una parte del edificio de los Relojes, todos ellos en Valnalón.

El centro de Langreo se dedica al desarrollo de software, la gestión de sistemas y aplicaciones, y tareas de consultoría. También apuesta por la producción de herramientas que garantizan la seguridad en la red, entre otros nichos de negocio. Cuenta con clientes de sectores variados como la administración pública, la banca, empresas energéticas o la distribución de productos.

En el volumen de personas que trabajan en el entorno de la antigua fábrica de Duro también juega un papel clave el aumento del interés de los nuevos empresarios por asentarse en los espacios para emprendedores de Valnalón. Las 23 oficinas y 11 naves de la entidad, todas ellas en régimen de alquiler, rondan actualmente una ocupación del 90 por ciento.

Es una tasa que confirma el repunte de la actividad emprendedora, tras unos años en los que había bajado la utilización de estas infraestructuras por el azote de la crisis económica. Hace un año, por estas mismas fechas, el porcentaje de ocupación no llegaba al 60 por ciento. Una buena noticia para la comarca y también para Valnalón, la entidad dependiente del Gobierno central que oferta las naves nido y las oficinas del centro de empresas a los emprendedores. Los proyectos que empiezan pueden hacerse con alquileres a precios asequibles para iniciar la andadura en el mercado empresarial. Siempre por un plazo limitado, para dejar sitio a otros que empiezan.