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Los remontes cogen brío en Pajares

Los usuarios de la estación lenense disfrutarán a partir de 2018 de un nuevo sistema de transporte que reducirá de 15 a 5 minutos el acceso a la cima

Los remontes cogen brío en Pajares

La estación de Valgrande-Pajares puede salir en breve de la congelación inversora en la que lleva inmersa desde hace varios lustros. Las instalaciones de la vetusta estación lenense, con más de 60 años de vida, y siendo una de las más emblemáticas de España, han visto como la crisis ha paralizado año tras año el proyecto de mejoras planteado por el Principado . El alto coste, más de 7,5 millones de euros para adquirir un telesilla desembragable de última generación, hacía que la administración regional no diera el paso. Sin embargo, después de años de demandas y ruegos, los esquiadores podrán ver dentro de dos temporadas, si se cumplen los plazos, como Valgrande da un salto cuantitativo y cualitativo. El plan de reorganización de remontes ideado por la Dirección General de Deportes permitirá mejorar no solo estos equipamientos, sino duplicar la capacidad de transporte de usuarios en los telesillas. Y casi por la mitad de precio.

El Gobierno del Principado ha readaptado el proyecto de inversiones elaborado en 2007 para la estación lenense. Entonces, el precio que costaba la instalación del tan demandado remonte desembragable suponía 7,5 millones. El actual proyecto que manejan deja esta cifra en los 4,5 millones como máximo, que permitirán, además, incrementar el número de equipos.

Actualmente, entre el remonte "Brañillín", de cuatro plazas, y el telesilla de Cueto Negro, de dos, pero que cerrará para la próxima campaña, Pajares tiene una capacidad de movimiento de 1.680 personas a la hora entre la base y la cima de la estación. Con los planes del Principado, se pasaría a más del doble: 3.800 usuarios a la hora. Esto se producirá porque con los nuevos equipamientos, la velocidad del trayecto entre las dos cotas se reducirá hasta los 5 minutos, por el cuarto de hora que se emplea en la actualidad. Además, todavía falta por definir si el remonte contará con sillas de cuatro o seis plazas. De ser esta última opción la elegida, aún se mejorarían las previsiones.

El plan diseñado por la Dirección General de Deporte, que preside José Ramón Tuero, es ambicioso y recoge tres actuaciones. Por un lado, la fundamental es la de convertir el "Brañillín" en un telesilla desembragable. Es decir, en vez de construir uno nuevo, aprovechar el recorrido actual mejorando las tecnologías. Los trabajos consistirían en sustituir las estaciones de salida y llegada, el cable, y los vehículos (sillas). Sin embargo, se aprovecharían todas las pilonas y también la canalización eléctrica, lo que permitirá abaratar el proyecto. El resultado será un telesilla desembragable de cuatro o seis plazas, que permitiría duplicar la velocidad de transporte -de 2,4 a 5 metros por segundo-, y salvar un desnivel de más de 400 metros.

La segunda pata de la actuación llegaría con la construcción de un nuevo telesilla para debutantes y usuarios que se inicien en el mundo del esquí. La idea es aprovechar parte del material que se desmonte del "Brañillín", en concreto las estaciones de salida y llegada. Una se colocaría cerca de la zona del Arroyo y la segunda llegaría a la zona media, en un sector conocido como los pasos Martinelli. Construyendo media docena de pilonas, se podrían habilitar un nuevo remonte.

Aprovechando los vehículos que se desmonten en la reforma del "Brañillín". Algunos de ellos se colocarían en el actual telesilla del Valle del Sol, que une la zona media con la cima de Pajares. De esta forma, se podrían transportar a muchos más usuarios hasta la cúspide del complejo invernal.

Los usuarios de Valgrande-Pajares llevan años demandando que en la estación lenense se construya un telesilla desembragable, una tecnología que ya existe en muchas estaciones y que supone un gran avance respecto a los antiguos remontes de pinza. En líneas generales, el sistema desembragable es más rápido, más cómodo y más seguro, sobre todo para los esquiadores inexpertos.

Actualmente, en Pajares todos los telesillas utilizan el sistema de pinza fijo. Este sistema supone que los vehículos, las sillas, van enganchadas siempre al cable y por lo tanto mantienen la misma velocidad en todo el trayecto, incluido el arranque y la llegada. Esto dificulta tanto la subida como la bajada de las sillas a los más inexpertos. De hecho, en muchas ocasiones, los operarios se ven obligados a parar el telesilla si hay una caída de algún esquiador. Hace un par de años, el Principado instaló un sistema mixto en el telesilla del Brañillín. Colocó un variador, que es un dispositivo que permite a los operarios adaptar manualmente la velocidad de la silla sin llegar a pararla. El sistema desembragable es diferente. En las estaciones de llegada y salida, las sillas se desenganchan del cable y se reduce automáticamente la velocidad para que los usuarios puedan subir y bajar cómodamente, sea cual sea su nivel. El resto del remonte sigue funcionando a la misma velocidad, lo que permite una mayor agilidad en los trayectos.

En cuanto a los plazos, Deportes espera que todo el proyecto esté listo para estrenarse la temporada 2018-2019, es decir, dentro de dos, siempre que todo vaya según lo esperado, y no haya traspiés, como las temidas prórrogas presupuestarias. El compromiso de los responsables del Principado es tener el proyecto técnico de ejecución del remonte redactado durante este mismo año.

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