Según el libro del Génesis, después de crear el mundo, al séptimo día, Dios descansó. Los felguerinos también podrán hacerlo... a partir de hoy. La séptima jornada de los festejos patronales de San Pedro se vivió ayer con intensidad en La Felguera, con la jira como principal atracción. Cientos de personas llegadas desde diferentes puntos del concejo peregrinaron hasta Castandiello para disfrutar de la tradicional romería. El último día de la semana de festejos se completó con la fiesta de la espuma y los fuegos artificiales en el parque Pinín, entre otras actividades.

El prau de Castandiello se convirtió por unas horas en el particular jardín del Edén de los felguerinos, aunque sólo las familias que disfrutaban de sosegadas meriendas remitían a las bucólicas estampas del relato bíblico. En otra parte del prau la fiesta se vivía a todo ritmo, con Dj incorporado y abundantes provisiones de sidra y calimocho. El tutú, las gafas de sol de llamativos colores y los collares hawaianos fueron los complementos que este año triunfaron en la pasarela de Castandiello. No faltaron los mensajes escritos en las camisetas y "tatuados" en la piel de los romeros. En uno de ellos, un joven informaba en grandes caracteres a la concurrencia de su condición de soltero.

El diluvio llegó con el descenso del prau de los romeros que, como manda la tradición, pedían agua a los vecinos que encontraban a su paso. Y el apocalipsis para muchos será hoy, cuando haya que apagar el despertador y volver a la rutina después de una semana de fiestas.